Lo que para unos parece golosina, una insignificante basura, para otras personas encontrar un chicle adherido en la puerta de su local, la vereda por donde pasa o en un parque es signo de mala educación y desaseo.
Dina Pantoja vende chupetes en su silla de rueda en la calle Sucre, para ella limpiar las llantas a causa de los chicles y otros desechos es desagradable pero ya se le hizo costumbre porque la mala educación de la gente hace que encuentre esto en su camino.
“Las personas que pueden caminar no se dan cuenta que nosotros también existimos y son mas complicadas las situaciones a las que nos enfrentamos desde una silla de ruedas”, dijo Pantoja.
Gladis Velastegui atiende un almacén en la avenida Cevallos y Montalvo y todas las mañanas limpia la parte frontal del local, sin embargo las gomas de mascar que se quedan pegadas en el cemento las remueve de forma manual una vez al año.
“Este es un trabajo del Municipio porque ellos tienen máquinas de agua pero por acá no pasan y las personas que no tienen educación tiran los chicles inclusive a lado del basurero”, contó Velastegui.
En el portal, don José quien trabaja años como betunero habla poco, pero dice que los chicles ya son ‘adornos’ de las piedras porque hace tiempo nadie limpia, el recuerda que antes pasaba una máquina por el lugar.
Hasta hace seis años el Municipio de Ambato utilizaba la hidrolavadora para remover la goma de mascar, pero en la actualidad se hace limpieza dentro de los parques y esperan que con la fuerza del agua salga alguna parte de los que están impregnados.
Piedad López de Operación de Servicios Públicos del Municipio dijo que en la actualidad no hay información de cuanto le costaría a la ciudad sacar los chicles del suelo.
Desde la Empresa Pública Municipal Gestión Integral de Desechos Sólidos de Ambato (Gidsa), Diana Velasteguí afirmó que al momento no se ejecuta ese trabajo pese a tener los camiones hidorlavadores. (CNS)