La Organización de las Naciones Unidas (ONU), define al feminicidio como el asesinato de una mujer por el hecho de serlo.
Es el final de una violencia continúa y la manifestación más brutal de una sociedad patriarcal.
El feminicidio es la punta de iceberg de la violencia a la mujer, para acabar con él, hay que acabar con todo tipo de discriminación y violencia en contra de las mujeres.
EL DATO Desde agosto de 2014, el femicidio está penado, por el COIP, con hasta 26 años de cárcel.
Clasificación
Este fenómeno ha sido clasificado en cuatro categorías, según la relación entre víctima y victimario:
- Feminicidio de pareja íntima.
- Feminicidio de familiares.
- Feminicidio por otros conocidos.
- Feminicidio de extraños.
También hay feminicidios directos, ejercidos por la pareja, cometidos en nombre del ‘honor’ o relacionados con el pago de una dote (conjunto de bienes o dinero que la mujer aporta al matrimonio).
Y lo feminicidios indirectos que están relacionados a los abortos inseguros, mutilación genital femenina y a los actos u omisiones deliberadas por parte de agentes del Estado.
Todos estos tipos, están atravesados por las diferentes opresiones que viven las mujeres día a día.
El feminicidio hace parte de las múltiples y complejas violencias contra las mujeres, y no puede entenderse sólo como un asesinato individual, sino como la expresión máxima de esa violencia, en la que el sometimiento a los cuerpos de las mujeres y extinción de sus vidas tiene por objetivo mantener la discriminación y la subordinación de todas.
Violencia feminicida
Hay que entender que el feminicidio y la violencia feminicida son asuntos que atraviesan la organización social, que han sido naturalizados y legitimados históricamente.
La sociedad y el Estado deben generar acciones integrales que incluyan leyes junto con su implementación decidida, para proteger a las mujeres y las niñas ante la violencia, medidas de prevención desde una edad temprana y la prestación de servicios accesibles a todas las sobrevivientes, así como su acceso a la justicia.
Son fundamentales todos los esfuerzos que contribuyan a las transformaciones culturales que faciliten la sanción social de la violencia contra las mujeres y susciten reflexiones hacia la construcción de relaciones equitativas, en las que ser mujer no implique riesgo para la vida.
CIFRAS 1.075 FEMICIDIOS Se reportaron en el Ecuador desde 2014 hasta inicios de marzo de 2022. 86% DE LOS Casos, los femicidas tenían un vínculo sentimental con la víctima. 14% DE LOS Femicidas no tenían ninguna relación con ellas.
Dos fechas para recordar
En 1976, la feminista Diana Rusell fue la primera en usar el término ‘feminicide’.
En 1994, la antropóloga Marcela Lagarde introdujo el concepto en América Latina traduciéndolo como feminicidio.
Realidad en Ecuador
Desde el 1 de enero al 5 de marzo de 2022 ya ocurrieron 28 femicidios, transfemicidios y muertes violentas de mujeres por delincuencia organizada.
De los 28 casos registrados, 14 corresponden a femicidios (50%), dos son transfemicidios (7%) y 12 casos corresponden a muertes violentas de mujeres por delincuencia organizada.
En 11 de las 24 provincias ha ocurrido por lo menos un femicidio en lo que va del año, un 50% más que en el mismo periodo que en 2021.
El Guayas es la provincia que presenta las cifras más altas de femicidios en el país, hasta inicios de marzo de 2022, presentaba siete casos.
Le sigue Manabí que en el mismo lapso contaba con cinco casos, Los Ríos con cuatro casos, Esmeraldas tres, El Oro e Imbabura con dos cada jurisdicción y Cotopaxi, Loja, Napo, Orellana y Pichincha con un caso cada una.
Mientras que de los dos casos de transfemicidios reportados, uno ocurrió en la provincia del Guayas y otro en Cotopaxi. (AVV)