Estribos de madera, un arte que deja de ‘pulirse’

El artesano lleva más de 20 años elaborando los estribos.
Labor. El artesano lleva más de 20 años elaborando los estribos.

El oficio de estribero es una de las tradiciones nacionales que, con el correr de los años, ha ido desapareciendo paulatinamente.

Actualmente pocos son los artesanos que se dedican a esta labor.

En un sector de la zona rural, conocido como Laquigo en la parroquia Martínez, al norte de Ambato, don Ángel Abdón Vascones de 62 años es uno de los últimos artesanos que se mantiene dando vida a estos implementos.

EL DATO 
Cada estribo se vende desde 20 dólares dependiendo del diseño.

 

Cómo los hace

Su labor comienza cortando trozos de madera obtenidos de un pino u otra especie, según los gustos del cliente.

Consigue piezas de madera de aproximadamente 20 centímetros para luego, con un hacha de mano, darle de alguna la base y forma del estribo.

Posteriormente se procede a tallar la pieza con herramientas artesanales, entre ellas un cincel, formón y más elementos de carpintería.

Esta labor se realiza hasta que la madera toma la forma de una bota vacía por dentro.

Generalmente son varios días los que don Ángel se demora en dar esta forma de calzado a la madera.

Pero la labor no concluye allí, pues hay que tallar la pieza con diseños únicos de manera muy elegante, obteniendo piezas especiales y llenas de tradición.

Inicio de esta tradición

Mientras sus manos dan forma a los pedazos de madera don Ángel cuenta que comenzó en el oficio muy joven, aprendió con un artesano de Cotopaxi, con quien iba a trabajar como oficial.

“Aprendí solo viendo y practicando”, dijo al comentar que pasaba largas jornadas trabajando con su jefe hasta generar su propia técnica.

Más tarde, hace más de 20 años, llegó a Ambato donde se asentó y combinó la agricultura con la artesanía, sin imaginar que se convertiría en el último artesano en elaborar los estribos en la ciudad.

“Vienen de todo lado en busca de los estribos, de Riobamba, de Cotopaxi incluso de la capital, Quito”, comentó.

Don Ángel espera que se reactiven los paseos chagras y todas las actividades de cabalgatas para seguir con su labor.
Don Ángel espera que se reactiven los paseos chagras y todas las actividades de cabalgata para seguir con su labor.

Un oficio que desaparece

La tristeza le invade al asegurar que cada vez la demanda de estas artesanías decae, pues de los chagras que utilizan estos implementos también quedan pocos.

“Desde que empezó la pandemia la situación es bastante crítica, no se vendió casi nada”, aseguró mientras indica que la madera que estaba prevista para la elaboración de estribos se perdió y se convirtió en leña.

Para don Ángel hoy, con el avance de las vacunas y la flexibilización de las restricciones, se retomarán también las actividades de los chagras, desfiles, paseos y turismo y por consiguiente su oficio podrá mantenerse a flote.

Según explicó ahora el oficio lo está aprendiendo su hijo.

Al joven le gusta entretenerse con la confección de los estribos, tratando a la madera con amor y dándole forma.

“Con este oficio saque adelante a mis cuatro hijos, espero que no se pierda en el tiempo”, comentó al tiempo de asegurar que no todos tienen el don para elaborar esta artesanía, pues muchos han llegado a tratar de aprender, pero “no atinan cómo hacerlo”. (FCT)

TOME NOTA  
Quienes quieran adquirir estos implementos pueden comunicarse al número telefónico 0991638230.

¿Qué son los estribos?

Los estribos son piezas de diferentes materiales y de formas diversas que permiten que el jinete de un caballo introduzca los pies en ellas para afianzarse mientras cabalga.

Fijados a la silla de montar, permiten una mayor seguridad y comodidad, tanto para la cabalgadura como para el jinete, que puede así controlar mejor a su montura.

Importancia de los estribos

Los estribos son uno de los elementos fundamentales para el jinete a la hora de mantener el equilibrio sobre el caballo.

En cualquiera de las disciplinas de equitación, la posición del pie debe ser la correcta para mantener el equilibrio, aquí interviene una pieza imprescindible: el estribo.

Cuando un estribo está bien dispuesto, alcanza el hueso del tobillo y deja colgar la pierna con libertad desde la silla.