Estar siempre ocupado no es sinónimo de productividad

El sobrecargarse de tareas puede generar estrés y otros malestares físicos y psicológicos.
Cuidado. El sobrecargarse de tareas puede generar estrés y otros malestares físicos y psicológicos.

“No sé qué más hacer para alcanzar a hacer todas las tareas que tengo en el día”, dice Rodrigo Chicaiza, quien a sus 35 años tiene dos empleos (uno fijo y otro online), sigue una maestría y hace ciclismo.

El hombre señala que a esto debe añadir que es indispensable sacar tiempo para pasar con sus dos hijos, que, aunque no viven con él, deben pasar tiempo de calidad.

Como este hay cientos de miles de casos en el mundo de personas que intentan hacer un sinnúmero de actividades en el día con la finalidad de ser más productivos.

Sin embargo, los expertos comentan que estar ocupado no es sinónimo de ser productivo.

Añaden que la gente productiva no se centra en las horas de trabajo, sino en los resultados porque proporciona su trabajo en tiempo y forma y superan las expectativas.

Recuerdan que vivir un día a día productivo en el trabajo repercute considerablemente en el bienestar y salud mental; ya que disminuyen los niveles de estrés, los conflictos laborales y da una sensación de realización

 

EL DATO
El tiempo no solo es oro, también es vida, ya que organizando y manejando 
mejor tus horas no sólo puedes ganar dinero, sino que también mejoras tu 
bienestar, tu salud y tu felicidad personal y laboral, cosas que el dinero 
no puede comprar.

 

Diferencias entre una persona ocupada y una productiva

  • Priorizar tareas

Las personas ocupadas quieren hacerlo todo a la vez, pero dejan lo más importante para el final y siempre están corriendo.

En cambio, las personas productivas planean su día desde temprano y comienzan por resolver las tareas más importantes.

  • Formular ideas nuevas

Las personas productivas enfocan su atención en formular ideas innovadoras y hacer lo necesario para convertirlas en proyectos.

  • Se enfocan en plazos

Las personas productivas planean sus actividades con cuidado, establecen plazos y los cumplen. Dejan que los resultados hablen por sí mismos.

  • Tener tiempo para todo

Las personas más productivas hasta tienen tiempo para salir con los amigos, porque encuentran tiempo para todo, terminan su trabajo a tiempo, irse a casa, pasar tiempo con su familia y tener pasatiempos.

  • Enfocarse en una cosa a la vez

Las personas ocupadas creen que realizar muchas tareas a la vez es una virtud, y es todo lo contrario, al final del día completan pocas tareas y están llenos de estrés. Las personas productivas saben que la eficiencia es hacer una cosa a la vez.

 

TOME NOTA
Siempre es muy tentador hacer muchas tareas a la vez y más si éstas son 
pequeñas o fáciles, pero hacerlas todas al mismo tiempo no funciona.

 

  1. No digas ‘sí’ a todo

Si ya tienes más tareas sobre la mesa de las que puedes completar, no aceptes ninguna más simplemente por complacer a tu jefe. Ello sólo disminuirá tu productividad y efectividad, ya que te obligará a dividir tu energía en diversos proyectos en lugar de centrarte en uno de ellos y terminarlo con éxito.

  1. Encuentra tiempo para dedicárselo a tu familia y amigos

Dicen que el tiempo no se tiene, sino que se busca. No todo es trabajo en esta vida: pasar tiempo con aquellos que te quieren revitaliza y ayuda a recargar las pilas.

  1. Aprende a priorizar

Prioriza tus tareas pendientes y deja de perder el tiempo en cosas innecesarias o secundarias. Termina aquello en lo que estés trabajando primero y después dedícate a devolver llamadas y contestar correos. Tratar de hacer todo al mismo tiempo te hará ser menos efectivo.

  1. No dejes que los demás te distraigan

Concentra toda tu atención en el proyecto en que estás trabajando y no dejes que tus compañeros de oficina (o quien sea) te distraigan hasta que hayas terminado o decidas hacer un descanso.

  1. Duerme suficiente y oblígate a hacer descansos

Si no has dormido bien y arrastras el cansancio acumulado de la jornada anterior es físicamente imposible que rindas tanto como te gustaría y como tu ritmo de trabajo exige.

Fuérzate a acostarte antes de modo que te asegures un mínimo de siete u ocho horas de descanso cada noche.

Del mismo modo, establece pausas a lo largo del día para refrescar tu mente y salir un rato de la mesa de tu oficina.