En el sector, personal policial detuvo a dos personas que presuntamente transportaban droga a bordo de un taxi.
Temor es el sentimiento que embarga en estos momentos a los moradores del barrio Corazón de Jesús, sector del Centro de Infractores Adolescentes (CAI).
Eran alrededor de las 17:30 de ayer, martes 6 de febrero de 2024, en este sector de la parroquia Atahualpa al norte de Ambato, cuando empezaron a escucharse disparos.
El operativo antidroga realizado el martes 6 de febrero fue ejecutado por personal policial especializado que llegó desde Quito.
Esto alertó a los moradores quienes contaron que se sobresaltaron al escuchar las detonaciones, pues nunca antes había pasado algo así.
Los hechos
Las personas se comunicaron con el ECU 911 para notificar el particular, pues temían que los disparos se repitan o pudiese haber alguien herido.
Cuando decidieron salir de sus viviendas se percataron de la presencia policial.
En un operativo realizado por la Unidad de Lucha Contra el Crimen Organizado (ULCO), desde Quito, se detectó que dos personas transportaban droga al interior de un taxi con placas de Tungurahua.
Los uniformados lograron decomisar el alcaloide y detuvieron a dos personas, mientras siguen las investigaciones para determinar de dónde provenía la droga y si hay más implicados en el caso.
Moradores
Una vez los uniformados cumplieron con sus labores, quienes viven en el barrio empezaron a comentar que en el inmueble donde habrían estado las personas que fueron aprehendidas habían varios inquilinos extranjeros.
El hecho ocurrió tras el Centro de Infractores Adolescentes (CAI) de Tungurahua.
“La cosa es que por aquí ahora se ve que van y vienen colombianos y venezolanos en motos, pero jamás pensamos que algo así podría pasar”, dijo María, nombre protegido.
Otro de los vecinos comentó que, en reiteradas ocasiones se han reunido y solicitado a los propietarios de las casas para que pidan antecedentes judiciales y papeles en regla a quienes vayan a alquilar para evitarse este tipo de contratiempos que los dejan perturbados.
“A pesar de estar tan cerca del CAI nunca hemos tenido tanto miedo, ojalá que la Policía venga y haga más controles y así el barrio se pueda tener paz nuevamente”, dijo doña Susana, quien aseguró que de ahora en adelante no van a poder ni siquiera salir por el sector por el recelo que les genera el que hayan encontrado a personas con droga. (DLH)