La revisión del vehículo usado debe ser minuciosa, desde la pintura, el estado de los vidrios, guardachoque, llantas y parabrisas.
En el interior del carro se debe observar el desgaste en las alfombras, asientos, techo, volante, palanca, freno y acelerador, esto ayuda a determinar el tiempo de uso del automotor.
Es importante solicitarle al dueño todos los documentos del auto para así comprobar que no tenga impedimento de venta, multas o robo.
La inspección y revisión mecánica es primordial porque solo así sabrá cuándo puede tener de vida útil el auto y es mejor que vaya a un mecánico de su confianza.
El profesional debe revisar el motor, los frenos, la suspensión, la dirección, el sistema eléctrico, golpes, el chasís y posibles soldaduras o reparaciones de choques que habría tenido el auto.
Es recomendable estar acompañado al momento de la compra, las transacciones de dinero deben hacerse en lugares seguros para prevenir robos.
En cuanto a sus datos personales es mejor mantenerlos en reserva hasta cuando se cierre el negocio.
Antes de tener el contacto con el vendedor solicite las placas del vehículo para saber las condiciones en las que se encuentra.
Es importante conducir el vehículo a una velocidad prudente que le permita oír ruidos, o saber si se traba. De esta manera, se comprueba la estabilidad del vehículo.
Revisar los antecedentes del mantenimiento regular que ha tenido el vehículo es clave para medir su rendimiento, esto es algo que debe ser facilitado por el vendedor. (CNS)