Traficantes de droga frecuentan la ruta Quito-Baeza

APOYO. Los pasajeros hacen fila para el chequeo de equipaje de mano y de documentación.
APOYO. Los pasajeros hacen fila para el chequeo de equipaje de mano y de documentación.
APOYO. Los pasajeros hacen fila para el chequeo de equipaje de mano y de documentación.
APOYO. Los pasajeros hacen fila para el chequeo de equipaje de mano y de documentación.

La Policía dice que todas las semanas hay incautaciones de droga. También se ha decomisado armamento.

A los conductores de transporte interprovincial que utilizan la ruta Tena-Baeza–Quito ya no les sorprenden los controles que hace la Policía en el sector de Guagrayacu, punto donde se asienta el comando del Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA).

Antes de llegar al punto, ellos ya activan las luces de estacionamiento y se orillan a la derecha para facilitar el chequeo de maletas, bodegas y equipaje de mano de los pasajeros a bordo. Ningún rincón de los buses se queda sin revisar. Personal del Centro de Adiestramiento Canino (CRAC) con perros amaestrados revisan dentro de los buses y en los espacios dispuestos para el equipaje.

El chequeo debe ser minucioso. Las organizaciones narcodelictivas aprovechan la cercanía con la frontera colombiana para introducir droga por esa ruta a las grandes urbes.

Zona de envío
El mayor Jaime Salgado, comandante del GEMA, dice que el camino que va desde Baeza hasta Quito es una zona ‘caliente’ por su cercanía al límite fronterizo oriental con Colombia.

Las organizaciones narcodelictivas utilizan esa vía para el envío de marihuana, cocaína, heroína o drogas sintéticas que ‘alimentan’ a los microtraficantes en las ciudades de la Sierra centro. También asegura que la ruta es usada por narcodelincuentes que operan a escala internacional desde Sucumbíos, Orellana y Pastaza.

EL DATO
50 uniformados del GEMA participan de los controles y patrullajes en Guagrayacu.La constante presencia de bandas relacionadas con narcotráfico motivó el establecimiento del cuartel del GEMA en esa zona hace 20 años. Desde ahí se coordinan las operaciones en carretera y los patrullajes en las zonas montañosas del valle del Quijos.

Según Salgado, existen senderos conformados por los transportistas de droga que se han identificado como rutas alternas para burlar el control en Guagrayacu. Los traficantes se movilizan a pie y también usando animales de carga.

Otros delitos
No solo droga se ha encontrado en el control del GEMA. También hay registros de incautación de armas, granadas, explosivos y precursores químicos que se pretendían llevar hasta grupos irregulares que operan del otro lado de la frontera con Colombia.

La presencia y control policial obligó a los traficantes a utilizar otra alternativa conocida como la ruta de ‘Los Zorros’. Entre el Coca y Loreto hay caminos de primer orden que desembocan en Napo por Misahuallí. El contingente del GEMA también llegó hasta esa zona para cerrar el paso a los traficantes.

Reclutamiento
Campesinos y moradores que conforman Guagrayacu también son ‘blanco’ de los narcocriminales. Salgado refirió que para el transporte de sustancias se utiliza a gente con problemas económicos, quienes acceden a llevar determinadas cantidades de droga hasta un destino previamente acordado. Las sumas de dinero son ínfimas relacionadas con el tiempo que pueden estar tras las rejas si es que son detectados por la Policía.

Son personas de la tercera edad, mujeres en estado de gestación, adolescentes e incluso niños a quienes se ha sorprendido intentando burlar los controles en las carreteras.

El caso
Cifras de la Dirección Nacional de Antinarcóticos revelan que durante el año se han efectuado 225 operativos, de los cuales 32 han dado resultados con positivo para hallazgo de sustancias ilícitas.

Uno de los eventos más importantes registrados desde enero a la fecha fue el resuelto la madrugada del último miércoles. Agentes del GEMA detectaron 691 kilos con 200 gramos de marihuana durante un control de rutina en Guagrayacu. La droga fue camuflada dentro 42 cilindros cubiertos con cuerina.

Las tres primeras estructuras contaminadas fueron halladas a la 01:30 dentro de la bodega de equipaje de un bus interprovincial. Al confirmarse que se trataba de marihuana, la Policía obtuvo información de que un segundo cargamento estaba por llegar al control.

Cerca de las 05:30 del mismo día apareció un furgón de placas PAC–5464 ocupado por un conductor y su acompañante. Los gendarmes inspeccionaron la carga y descubrieron 39 cilindros similares a los que horas antes habían detectado. Estos también estaban repletos de marihuana.

Los traficantes los cubrieron con al menos unas siete capas de cartón. Los extremos fueron rociados con una sustancia que emanaba un olor a cacao para evitar que los perros identificaran la marihuana, pero toda pretensión evasiva fue en vano.

El general Carlos Alulema, director nacional de Antinarcóticos, dijo que el bus donde identificaron el primer cargamento cubría la ruta Lago Agrio–Quito, mientras que el furgón pretendía llegar con la misma ruta hasta Huaquillas. Ambos decomisos pertenecen al mismo caso.

La información con la que cuenta la Policía hace presumir que la sustancia ilícita pretendía enviarse hasta Chile, donde cada kilo puede llegar a costar hasta 250.000 dólares.

Alulema precisó que lo incautado la madrugada del miércoles representa a 1’300.000 dosis valoradas en el mercado internacional en 2’070.000 dólares. Tanto el conductor como su acompañante fueron detenidos por su supuesta vinculación con el hallazgo, sin embargo, luego de una audiencia de flagrancia, un juez ordenó la prisión preventiva solo para quien manejaba el pesado automotor. (FLC)