Desde el redondel de Tababela se puede observar a un joven flameando una bandera a cuadros, como si diera la señal de partida o llegada en una competencia automovilística.
Se trata de Edwin Delgado, quien tiene 25 años y cuyo trabajo es atraer clientes a uno de los parqueaderos que funcionan cerca del aeropuerto internacional Mariscal Sucre, en Tababela, al nororiente del Distrito.
Estos negocios manejan tarifas que van desde los 3 o 3,50 dólares por día. El servicio incluye la limpieza y el cuidado del automotor, así como el traslado gratuito de los viajeros hacia la terminal.
Los responsables de los patios, además, se mantienen pendientes de las fechas de retorno de sus clientes, quienes los llaman para que los recojan. Este es un servicio que se ofrece las 24 horas del día, los siete días de la semana.
Delgado cuenta que los pilotos de aviones, las azafatas y los pasajeros pueden dejar sus vehículos son en zonas cubiertas. Algunos ya son clientes frecuentes y hasta le cuentan anécdotas.
“Hay pilotos que son muy amables y cuando les pido que me cuenten la experiencia de volar me dicen que algún rato me van a invitar y les creo”, dice el trabajador, quien explica que dejan sus carros 20 días o más. “Son clientes que pasan mucho tiempo en el exterior, pero que confían en nuestro servicio porque hemos demostrado responsabilidad”, agrega.
Un alivio para el viajero
Manuel Luzuriaga, viaja esporádicamente, pero opina que este tipo de servicio sí ayuda al viajero que no sabe dónde dejar su vehículo cuando tiene que viajar. La otra alternativa es pagar taxis y son mínimo 40 o 50 dólares de ida y vuelta y es caro”, sostiene.
Delgado cuenta que hasta hace poco cobraban 3,50 por día, pero en estos meses se vieron obligados a bajar el costo, porque no es temporada alta de viajes y son pocos los clientes que llegan. Él confía que la situación mejore en las vacaciones que se acercan. (PSD)