Frutilla cede el campo para otros sembríos en Tababela

CAMBIO. En la zona agrícola ahora se siembran lechugas, apio y nabo.
CAMBIO. En la zona agrícola ahora se siembran lechugas, apio y nabo.

De unas 300 personas que antes cultivaban la fruta, solo 30 persisten con esta actividad.

Las hectáreas en las que antes la gente de Tababela, al nororiente del Distrito, sembraba frutilla, ahora hay sembríos de tres variedades de lechuga o de nabo chino. Los agricultores cuentan que la sequía hizo que la planta de la frutilla se haciera roja y desapareciera. Algunos pagan hasta 3 mil dólares anuales por el laquiler de dos hectáreas de terreno. Todos lamaentan la pérdida de la producción de la fruta que hasta hace pocos años llenó de vida y esperanza a los poblados de San Vicente, Yaruquí, y Otón de Vélez.

Hombres y mujeres que se dedican a cultivar la tierra se resisten a dejar su actividad en Tababela. Participan en mingas para sembrar y cosechar los nuevos productos con los que esperan recuperarse.

Testimonio
Alfredo Guapi, quien por muchos años fue productor de frutilla, extiende su mano derecha para señalar todos los terrenos donde se sembraba frutilla. Recuerda que los camiones llegaban vacíos y salían llenos con la fruta que se distribuía a ciudades de todo el país. Uno de los mejores mercados era Guayaquil.

“Ahora frutilla mejor hay en mi tierra, en Riobamba (Chimborazo), otro de los sitios donde hay bastante producción es en Tisaleo y Guachichico en Tunguarahua,”, dice el agricultor con cierta añoranza.

Él sembraba un promedio de dos hectáreas cada año y la planta daba frutos durante dos años y luego tenían que ser renovadas. Todo marchó bien hasta que llegó la sequía y ahora las plantas en se queman, enrojecen y mueren en el lapso de un año.

El agricultor cuenta que hace poco intentó retomar la siembra de la frutilla. Invirtió 7.000 dólares en media hectárea de terreno. Para su sorpresa, la planta acabó secándose, enfermó y hasta ahora no encuentra explicación sobre lo que pasó con sus cultivos. Lo único que tiene presente es que no llovió durante dos años. “Hubo una escases terrible del agua de riego”, lamentó Guapi.

EL DATO
En media hectárea se producían hasta mil kilos de frutilla y los agricultores ganaban un promedio de mil dólares mensuales.La zona de Tababela se hizo famosa porque se cultivaban frutillas de plantas californianas, argentinas y chilenas. Ahora esas plantas ya no producen y la gente dice que es por el clima o por el agua que llega por los canales de riego.

Se calcula que de unas 300 personas que se dedicaban a la siembra de la fruta solo quedan 30. Ellos compran la planta madre en 25 centavos. Antes cosechaban a los tres o cuatro meses, pero ahora calculan que el cultivo demora hasta ocho meses en dar frutos.

La producción de frutillas hizo que se encarezca el precio del arriendo de las tierras, antes pagaban entre 200 y 300 dólares al año para la siembra de maíz y frejol, pero con la llegada de los frutilleros subió a 600 y 800 dólares al año, ahora está entre 1.500 y 2.000 dólares.

La gente del sector también ha dejado de sembrar maíz y han optado por probar con la lechuga, que se cosecha en un promedio de dos meses. (PSD)