Día octavo

Presentación

Compromiso de renovación

“Rejuvenecer el rostro de la Iglesia. Es una invitación a buscar nuevos caminos y caminar con valentía y confianza, manteniendo nuestros ojos fijos en Jesús y abriéndonos al Espíritu Santo, para rejuvenecer el rostro de la Iglesia. Porque es en Jesús y en el Espíritu que la Iglesia encuentra la fuerza para renovarse siempre, hacer una revisión de la vida en su forma de ser, pedir perdón por su fragilidad e inadecuación, no ahorrar energías para ponerse al servicio de todos, con la sola intención de ser fiel a la misión que el Señor le ha confiado: vivir y proclamar el evangelio. Necesitamos jóvenes, piedras vivas de una Iglesia con rostro joven, pero no maquilladas, como dije, no rejuvenecidas artificialmente, sino revividas desde dentro. Para salir de la lógica del “siempre ha sido así”.

Esa lógica, por favor, es un veneno. Es un veneno dulce, porque calma tu alma y te deja anestesiado y no te deja caminar. Para salir de la lógica de “siempre se ha hecho de esta manera”, para permanecer creativamente en la estela de la tradición cristiana auténtica, pero creativa!”

+Jorge Giovanny Pazmiño, O.P.
DIÓCESIS DE AMBATO

Oración inicial para todos los días

Dios de infinita bondad, que nos has amado tanto, que nos diste en tu Hijo la mejor muestra de tu amor, para que hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen María, naciera en un pesebre para nuestra salvación.
Te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos Señor, nuestra esperanza y deseo sincero de vivir solidariamente nuestras relaciones en familia y en comunidad. Amén.

Oración final para todos los días

Tú eres, María, la experiencia más bella del Evangelio. En ti, Dios se ha hecho buena noticia para la humanidad. Eres la mujer creyente, que acoge y guarda la Palabra: la mujer joven que entra en el plan de Dios, libre y gozosa. Eres estilo de vida, nueva y fascinante en la historia, eres, María, la Virgen bella y fecunda de Nazaret. Mi corazón se alegra ante la presencia luminosa, mi corazón busca en el tuyo el camino de la verdad, mi corazón se abre a tu vida limpia y profunda, mi corazón busca en tus ojos un camino de libertad.
Enséñame, Madre de los jóvenes a decir sí a Jesús con el corazón entero y mi decisión sin límites de construir un mundo nuevo más justo y más fraterno. Amén.

• Padre Nuestro
• Ave María
• Gloria

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.

Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Gloria

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén.

Día sexto

La estrella de la vida:
el nacimiento, un don de Dios

1. Saludo
El Salvador y Liberador, ha nacido en el tiempo de una mujer; es un hombre como nosotros en el sentido más determinante; ha llegado la plenitud de los tiempos, porque todos podemos beneficiarnos de las promesas de la salvación. En el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo. Amén.

2. Oración inicial

3. Presentación del personaje
El Padre Dios

Rescatar a los que estaban bajo la ley, es el objetivo de la Encarnación y el sentido de la Navidad. Por medio de Jesucristo, El Padre Celestial nos hace libres.

4.Lectura Bíblica (Gálatas 4,4-7)

Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como somos hijos, Dios envió a nuestros corazones al Espíritu de su Hijo, que clama: “¡Abbá, Padre!”. Así que ya no eres esclavo si no hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios. Palabra de Dios.

5. Meditación

En el griego bíblico los términos más usados para tiempo son: Cronos y Kairos. Cronos: lapso de tiempo, duración de tiempo. Hablamos del tiempo terrenal, que se puede medir. Kairos: medida correcta, tiempo oportuno, tiempo favorable, es el tiempo de Dios. En la vida cristiana hay que aprender a reconocer el tiempo kairos que es el tiempo de Dios, la acción de Dios en nosotros.

6. Reflexión

– En el griego bíblico los términos más usados para tiempo son: Cronos y Kairos.
Cronos: lapso de tiempo, duración de tiempo. Hablamos del tiempo terrenal, que se puede medir. Kairos: medida correcta, tiempo oportuno, tiempo favorable, es el tiempo de Dios. En la vida cristiana hay que aprender a reconocer el tiempo kairos que es el tiempo de Dios, la acción de Dios en nosotros.
– El Salvador y Liberador, ha nacido en el tiempo de una mujer; es un hombre como nosotros en el sentido más determinante; ha llegado la plenitud de los tiempos, porque todos podemos beneficiarnos de las promesas de la salvación.
El tiempo de Dios es para todos; la puerta de la gracia y de la salvación está abierta para toda la humanidad.
– Para “rescatar a los que estaban bajo la ley”, aquí está el objetivo de la Encarnación y el sentido de la Navidad; describe el tiempo anterior a Cristo como un “estar sometidos a la ley”, porque no quedaba más remedio. Por medio de Jesucristo, el Hijo de Dios, hemos sido sometidos a su gracia que nos hace libres

7. Compromiso

El animador invita a hacer silencio, para poner en las manos del Señor las dificultades y los atentados contra la vida. Después invita a orar con la plegaria de los hijos de Dios.

8. Padre Nuestro
9. Oración final

10. Villancicos

Villancico

Claveles y rosas

Claveles y rosas, la cuna adornad, en tanto que un ángel, meciéndole está.
No llores niñito, no llores mi Dios; si te he ofendido te pido perdón.
Al niño pastores, venid a abrigar que la noche es fría, y empieza a llorar.
De amores su pecho abrazado está; quedemos prestos su sed apagar.

Entre pajas y el heno
Autor: Salvador Bustamante Celi

Entre pajas y el heno, resplandece
su belleza, con más brillo que los
astros, en el cielo se pasean.
Alegría, alegría, alegría, alegría,
alegría y placer, /ha nacido ya el
Niño, en el portal de Belén/
Vengan pueblos, vengan reyes,
vengan sabios y pastores, vengan
todos a adorarle, prosternadas las
naciones.