Comunidad sorda busca inclusión

LABOR. Los integrantes de la asociación realizan talleres para recaudar fondos. 

La asociación  de Sordos cuenta con 55 socios activos, nueve son profesionales, pero solo uno está trabajando.

Fabian Caballero, de 36 años de edad, es quien dirige la asociación de Sordos en Santo Domingo,  fue creada para fomentar la inclusión.

Caballero es sordo de nacimiento, su discapacidad se debe a que su mamá contrajo rubéola cuando estaba embarazada. A pesar de las barreras que ha tenido que evadir durante su vida, ha decidido dar fuerza a su comunidad y hacer que se empoderen de sus derechos.

Creen necesario que las personas aprendan lengua de señas, para que puedan interactuar con la comunidad sorda.

Es así que impulsan talleres, servicio que realizan desde hace 15 años con empresas públicas y privadas.

También reúnen a los socios para que estudien la Constitución de la República para que aprendan y hagan respetar sus derechos.

Sin oportunidad laboral

Karen Vidal, traductora, ayuda a la comunidad,  explicó que la sociedad aún no es inclusiva y por esa razón los rechazan en cualquier trabajo que apliquen. “En el caso del presidente de la asociación le han dicho que por ser sordo no sirve para el puesto”.

Indica que la única empresa que contrata a personas sordas es Pronaca, pero lo hace por cumplir con los requerimientos de la Ley de Trabajo.

Si consiguen un trabajo les pagan poco y no les dan los beneficios de ley.

Apoyo

Entre los proyectos que cuentan como asociación es hacer seguimiento a las personas sordas, por ejemplo, ayudarles a que aprendan lengua de señas a quienes no saben y no tiene la manera de comunicarse o estar pendiente si tienen alguna necesidad para apoyarles.

Además, hacen labor social, se reúnen para conocer sus problemáticas y entre ellos se brindan consejos.

Uno de los objetivos que buscan cristalizar es  dar  mantenimiento y remodelar las instalaciones de la asociación, ubicadas en la urbanización Los Rosales. (CT)

 

El dato 
El 27 de diciembre cumplen 29 años de vida jurídica en Santo Domingo,