Siguiendo la pista

Antes
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Molly Ringwald

Hay cualidades que no se pueden aprender. Molly Ringwald tenía ese aura de autenticidad que pocas actrices adolescentes habían conseguido, y rápidamente se hizo un hueco entre los grandes ídolos del cine de los 80. Sus películas con John Hughes la llevaron al estrellato.

Ringwald empezó a actuar y cantar a la temprana edad de 5 años, pero su debut en el cine no fue hasta 1982, cuando participó junto a Gena Rowlands y John Cassavetes en la película ‘Tempest’.

De esta adaptación libre de la obra de Shakespeare pasó a la película que la convirtió en un ídolo adolescente, la que comenzó la fructífera relación profesional con John Hughes y la que definió a la perfección su arquetipo más popular: ‘Dieciséis velas’ (1984). En ella interpretaba a una joven insegura, algo irascible y poco popular en su instituto, que se enamora de un chico (popular) que no sabe ni que existe.

Dos producciones más del director la convirtieron en la cara adolescente de la década de los 80’. La primera fue el clásico ‘El club de los cinco’ (1985), donde interpretaba a ‘la aniñada’, alejándose de ese personaje introvertido que la había caracterizado hasta el momento en otras ficciones. La película fue un éxito absoluto. Fue considerada la voz de una generación, formada por jóvenes que no estaban a gusto con el mundo y que aún estaban buscando su camino. Un coming-of-age que marcó tendencia, y la llevó, un año después, a ser portada de la revista TIME.

DESPUÉS
DESPUÉS

Ringwald no volvió a levantar la cabeza: otras películas posteriores como ‘El cazachicas’ (1987), ‘Jóvenes ardientes’ (1988) o ‘Boda pasada por agua’ (1990), producciones algo más adultas, hundieron la carrera de la actriz.

Desde aquellos primeros intentos frustrados de convertirse en una actriz adulta y alejarse de su arquetipo adolescente, Ringwald sólo ha hecho películas de bajo presupuesto y poca relevancia. Se la vio interpretando un papel secundario en ‘Jem y los hologramas’ (2015), una película musical adolescente.

Según ella misma ha declarado en algunas entrevistas, su distanciamiento con Hollywood no fue una cuestión de fracasos, sino una decisión personal. Aunque su actividad en el cine no se ha detenido por completo, es evidente que los grandes papeles brillan por su ausencia. Quien fuera un icono de los 80 pasó en pocos años a un segundo plano en el que todavía permanece. Ha escrito libros, ha viajado y ha participado en reencuentros de aquellos clásicos que le dieron la fama.