Sociedad Civil y la Iglesia llaman a recuperar la paz y a levantar un acuerdo nacional contra la violencia

RESPALDO. Sociedad Civil avala acciones para recuperar la paz en el país. Foto: FF.AA.
RESPALDO. Sociedad Civil avala acciones para recuperar la paz en el país. Foto: FF.AA.

Las instituciones del Estado deben responder a los hechos de violencia con firmeza y con apego a la institucionalidad para que el país recupere la senda del progreso.

Tras una larga e inédita jornada de violencia y caos, la Iglesia católica y parte de la sociedad civil del país hicieron un llamado a enfrentar la actual situación a través de un gran acuerdo nacional que permita a los ecuatorianos recuperar la paz nacional.

La violencia registrada este 9 de enero de 2024 fue calificada como “inédita y sin precedentes” por el comandante del Comando Conjunto de la FF.AA., Jaime Vela Erazo, quien pidió confiar en la institución armada en su misión de proteger a la ciudadanía. También hizo un llamado a apoyar las acciones que desarrollarán a escala nacional.

El presidente de la República, Daniel Noboa, firmó el decreto presidencial 111, en el que declara el “conflicto interno” y calificó de amenazas para el país a las 22 bandas y grupos armados que operan en el país, ordenando a las FF. AA. desarrollar las acciones necesarias para “neutralizar” a estas organizaciones.

Noboa reconoce que hay un conflicto armado interno y declara terroristas a 22 grupos

Previo a la campaña presidencial anticipada, sectores de la sociedad civil hicieron llamados a la unidad nacional para solucionar los graves problemas que afectan al país, entre ellos la inseguridad y la generación de empleo.

La Iglesia católica y organizaciones civiles elevaron sus pedidos en varias ocasiones y tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio quedó en evidencia la necesidad de avanzar en ese camino.

Tras la violencia desatada por las organizaciones criminales, la convocatoria del acuerdo nacional vuelve a tomar relevancia, tras la solicitud de las Fuerzas Armadas de apoyo para su accionar en contra de los grupos “terroristas”.

Recuperar el orden

El representante de la Fundación Esquel, Boris Cornejo, indicó que tras lo sucedido “es más imperioso que nunca llegar a un acuerdo nacional en torno a la recuperación de la paz”.

Precisó que el primer objetivo de la sociedad ecuatoriana debe ser recuperar “la cordura, evitar estas situaciones de violencia, de desencuentro brutal y recuperar la paz”.

Para que este objetivo se pueda alcanzar, manifestó que se debe desarrollar una “gran causa nacional”, para apoyar los llamados que se hacen “al diálogo, al consenso y apoyar las medidas que el Gobierno ha tomado para enfrentar esta ola desquiciada de violencia”.

Indicó que las instituciones del país están llamadas a ponerse de acuerdo y trabajar en unidad y de forma coordinada. “Los distintos poderes del Estado deben actuar en unidad de manera coordinada y con el propósito de la paz, porque esta es una condición para la democracia”.

Desde su punto de vista, la respuesta a la crisis actual no solo debe combatirse con un enfoque guerrerista. “Tenemos que enfrentar esta situación que nos lleva a la violencia, pero luego que esto nos sirva para mejorar la gobernanza del país en el sentido de mayores espacios de encuentro de agendas comunes”.

Medidas firmes

El académico y comunicador, César Ulloa, señaló que ante la actual crisis el Gobierno de debe tomar medidas firmes para combatir al crimen organizado.

“No hay que darle tregua al crimen organizado, ni a la delincuencia común. Habría que darle un voto de confianza al Gobierno, para que apliquen todas las medidas de control”, sentenció.

Destacó que las acciones del régimen en el combate a la delincuencia, “tiene que traducirse en acciones contundentes. No es un momento de ser tibios, hay que aplicar todo el uso de la fuerza que la ley le permite a las Fuerzas Armadas y a la Policía utilizar”.

Ulloa indicó que la sociedad civil debe mostrar el respaldo a las acciones del jefe de Estado y a las fuerzas del orden. “Tiene que haber un Gobierno respaldado por la gente, y que dé todo el respaldo a quienes manejan la seguridad interna y externa para que hagan lo que corresponde, es decir, está en juego el país”.

El académico coincidió con el comandante del Comando Conjunto de la FF.AA. al señalar que “no se puede entrar a negociar nada, no hay que negociar con el crimen organizado. El Estado tiene que mostrar quién manda”.

‘No al pánico’

La Conferencia Episcopal de Ecuador hizo un llamado a la ciudadanía a no caer en el “pánico estéril”, indicando que estas acciones serían hacer el juego a los grupos violentos que intentan generar caos en la nación.

En su comunicado hicieron un llamado a “no dar crédito a cualquier imagen alarmista compartida en redes sociales, ni en la ingenuidad de bajar los brazos creyendo que esta lucha es solo de quienes nos gobiernan”.

El monseñor Luis Cabrera dijo a LA HORA que “todo acto de violencia, venga de donde venga, es condenable; más aún, cuando las víctimas son inocentes”.

Destacó que desde la Iglesia católica hacen un llamado para que “tanto a los violentos a que depongan las armas, como a las entidades estatales y a la sociedad civil para que busquemos los medios más apropiados para ¡construir un país de paz!”.

En el comunicado de la Conferencia Episcopal se recuerda que “somos un país de fe. Desde niños aprendimos que todos somos hermanos llamando Padre a Dios; a Él le confiamos, una vez más, la integridad de cada ecuatoriano de bien, y la estabilidad del Estado como garantía de que la paz volverá lo antes posible”. (ILS)

Apoyo empresarial

Representantes de la Federación Ecuatoriana de Exportadores manifestó su preocupación ante los hechos de violencia en el país y remarcaron su apoyo a las acciones emprendidas por el Gobierno nacional para retomar el control del país.

Precisaron que respaldan todas las acciones que permitan “combatir de manera contundente a los grupos de la delincuencia organizada que pretenden atemorizar y mermar las libertades civiles”.

Destacaron el accionar de las fuerzas del orden público y que con el “uso legítimo de sus capacidades puedan reestablecer el orden y la paz en todo el territorio nacional”.