Sectores sociales son descuidados durante conflictos políticos

GOBERNABILIDAD. La falta de acuerdos demuestra ineficiencia del Gobierno en la solución de crisis provocando que se ignoren otros problemas sociales.
GOBERNABILIDAD. La falta de acuerdos demuestra ineficiencia del Gobierno en la solución de crisis provocando que se ignoren otros problemas sociales.

Las paralizaciones estancan los esfuerzos por combatir problemas sociales ligados a la salud y la educación. 

Ecuador tiene distintos desafíos en contexto de crisis: “Disminuir los niveles de pobreza, la desigualdad y, a largo plazo, salir de las trampas de los ingresos medios”, dice la socióloga Maribel Aguirre.

Para ella, las continuas fricciones entre el Gobierno, la Asamblea y las organizaciones sociales impactan directamente en el trabajo que se hace en otros sectores, como la salud o la educación.

La falta de acuerdos demuestra una ineficiencia en la solución, desde el Gobierno. Pero también que existen necesidades sociales que son ignoradas por la clase dirigente y los sectores culturales, económicos y sociales.

“El debate se ha centrado en el impacto económico, pero deja de lado otras problemáticas que también tienen que ver con la economía. Si desde los manifestantes no se abre un diálogo, el Gobierno tendrá la excusa de decir que hubo sectores descuidados porque lo primero es la estabilidad estatal”, señala Aguirre.

Es por eso que se debe evitar llegar al momento en que las manifestaciones descuidan las necesidades de los manifestantes.

En Ecuador existen temas que requieren de prioritaria atención y que no muestran un plan en concreto para atenderlas.

Desabastecimiento en hospitales

Al declarar en emergencia a los hospitales del país, el Ministerio de Salud buscaba conseguir 123 tipos de medicamentos indispensables para que pacientes con condiciones graves no mueran.

Sin embargo solo se logró comprar 42 tipos. A escala nacional existen hospitales con hasta un 52% de desabastecimiento de fármacos e insumos, esto, según Víctor Álvarez, presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, ha provocado que las cirugías no se puedan retomar.

Actualmente, hay 10.000 tipos de cirugías represadas.

La ministra de Salud, Ximena Garzón, indicó que paulatinamente se abastecerá a los hospitales, pero la Federación Médica Ecuatoriana dice que los problemas van más allá pues se requiere un cambio de gerentes y administradores de hospitales, estos pedidos, dice Santiago Carrasco, presidente de la Federación, no han sido escuchados.

Embarazo adolescente

Según el INEC, se registraron 1.631 partos en niñas de 10 a 14 años durante 2020. El embarazo adolescente sigue siendo una realidad en el país. Sybel Martínez, vicepresidenta del Consejo de Protección de Derechos de Quito, dice que es necesario establecer políticas públicas por parte del Estado, para así prevenir estas situaciones.

Ecuador es el segundo país de la región con la tasa más alta de embarazos adolescentes. Esto hace que la pobreza se incremente pues las mujeres que experimentan embarazos adolescentes se ven obligadas a dejar sus estudios.

Para Aguirre, el embarazo adolescente le cuesta a Ecuador más de $270 millones anuales. “Ya que vemos que los intereses apuntan a la estabilidad económica, pues tener un proyecto integral para las niñas y adolescentes representa también una inversión”, dice.

Según el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Joaquín González, en 2018, en Ecuador 6 niñas de entre 10 y 14 años dieron a luz cada día. Además, hubo 154 decesos, por muerte materna, entre ellos, tres de niñas de entre 10 y 14 años, y 16 adolescentes.

Y si las cifras de embarazo adolescente ya son “preocupantes”, González teme que hayan empeorado durante el confinamiento a causa de la covid-19, que ha obligado a muchas niñas y adolescentes a permanecer encerradas con sus victimarios.

“Es un potencial tremendo que se pierde para el país, es un trauma que las niñas se llevan, es un riesgo para sus propias vidas”, dice González.

Trabajo infantil

La Encuesta Análisis Rápido de Género, elaborada en julio de 2021, refleja que la pandemia ha empeorado las condiciones de vida de niñas y adolescentes a raíz de la pandemia por Covid-19.

En el informe se detalla que un 25% de las niñas encuestadas (1.238) deben realizar tareas domésticas o actividades más peligrosas como la agricultura, la ganadería o como recicladoras de alimentos o productos.

Las niñas están vinculadas con trabajos informales, ventas ambulantes, agricultura, etc. “Las cifras de trabajo infantil son altas; hay que disminuirlas porque debemos estar protegidas y vivir sin riesgos”, señala Emilene, de la Red de Jóvenes.

Sobre el mismo estudio, Esteban Lasso, director de World Vision Ecuador, explicó que la salud mental de las niñas y adolescentes también se ha visto seriamente afectada. “Principalmente por la falta de recursos económicos, por las situaciones de violencia a las que se han enfrentado, por el estrés académico, por la falta de alimento y aislamiento provocado por el confinamiento”. Lasso destaca que el Estado debe tomar acciones para mejorar sus condiciones de vida.

“Al controlar la movilización popular son expertos en avivar sentimientos y así llenar las calles de banderas y cantos. Pero a la par, como pasó en octubre de 2019, no les importa generar pérdidas de bienes y servicios necesarios y de libertades fundamentales”, Maribel Aguirre, socióloga.

El embarazo adolescente le cuesta a Ecuador más de $270 millones anualmente.