Conforme avancen los trabajos de evaluación de daños se informarán los detalles correspondientes, dijo la FAE en un comunicado oficial.
El 11 de mayo de 2022, la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), trasladó a su Centro de Mantenimiento en Latacunga, el Sistema Radar LTR-20 que fue instalado en el cerro de Montecristi (Manabí), en octubre de 2021 para el control de vuelos ilegales, pero que dejó de funcionar el 7 de noviembre de ese año por una explosión.
La FAE justificó la decisión “a fin de preservar los componentes del radar” y para que la compañía española INDRA realice una evaluación sobre las condiciones técnicas.
A las 15:00 del 14 de abril de 2022, la fiscalía provincial de Manabí realizó mediante acta entrega-recepción, la devolución del radar a Geovanny Espinel, quien hasta ese momento se desempeñaba como comandante de la FAE.
La devolución del Sistema Radar LTR-20 se realizó “bajo los preceptos legales, con la condición de que lo vuelva a presentar cuando el fiscal lo requiera, bajo apercibimiento de apremio personal en caso de no hacerlo”, dice el documento de la fiscalía de Manabí que tiene la firma del abogado Carlos Piedra, agente fiscal multicompetente del cantón Montecristi (Manabí).
Una fuente militar que pidió el anonimato señaló que el radar que explotó en Montecristi está valorado con el seguro en 12,5 millones de dólares. Un equipo nuevo costaría aproximadamente 16 millones, es decir, automáticamente el Estado perdería 3,5 millones de dólares.
El problema -dijo- es que el seguro establece que cuando el daño es provocado por un atentado o un acto terrorista, solo puede cancelar 5 millones de dólares. “Estamos hablando de un daño de 11 millones de dólares”. La fuente consultada precisó que el daño del radar es en los sistemas electrónicos y que llegaría a un 80%; calculado en unos 9 millones de dólares. (SC)