Quito terminará 2021 con el doble de desempleo de la media nacional y sin reactivación

La capital tiene una profunda crisis económica y de empleo

La casi nula gestión desde el Municipio profundiza las malas condiciones de actividades importantes para la ciudad como el turismo y la construcción.

La Cámara de Comercio de Quito (CCQ) proyecta que, si se mantiene la inercia y la falta de acción actual, la ciudad cerrará 2021 con una caída de entre el 6% y 7% con respecto a los niveles de actividad económica que se tenía hasta 2019.

En otras palabras, la reactivación ni siquiera iniciará este año, y a la capital le tomará «mucho más tiempo» recuperarse de la crisis en comparación a otras ciudades como
Cuenca y Guayaquil.

Esa recuperación podría tomar dos años, es decir, recién volveríamos a los niveles pre pandemia en 2023.

Quito fue la ciudad más afectada por la emergencia sanitaria, con una pérdida de $12.000 millones en ventas.

Carlos Loaiza, presidente de la CCQ, que “Quito tiene el doble del promedio del desempleo nacional, alrededor de 14%». Esta realidad se mantendrá hasta finales de año; y representan la demostración más clara de la postración económica de la ciudad.

¿ Por qué Quito está en esa situación?

Loaiza puntualizó que un factor decisivo es la falta de organización, liderazgo y gestión desde Municipio de Quito. No solo todo está entrampado en disputas políticas, sino que los casos de corrupción se acumulan cada día.

Desde los negociados vinculados al alcalde y su hijo Sebastián Yunda, hasta coimas en la adjudicación de licencias para taxis.

El resultado es un Municipio que gasta poco y mal, y, antes de ser un factor que ayude a la reactivación, es un lastre para la ciudad.

Actualmente, se registra un 30% de ejecución del presupuesto, y de acuerdo con la CCQ, se ha descuidado completamente la inversión en seguridad, comercio y turismo, e incluso en obra pública.

Lo poco que se ha ido para obra pública, según Leopoldo Ocampo, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción, se ha gestionado sin eficiencia y entregando a dedo contratos a empresas vinculadas con Jorge Yunda.

“En Quito hasta el momento se ha concentrado lo poco de inversión en obra pública en una sola empresa y las Administraciones Zonales no han tenido la capacidad de copar las necesidades inmediatas de la ciudad que ha crecido”, dijo.

Así, la crisis del sector de la construcción se profundiza. Antes, representaba el 10% del total de la mano de obra contratada en la ciudad, pero ahora ni siquiera supera el 5%.

Sin turismo y con más informalidad

Raúl García, presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha, la recuperación en el sector turístico no se ha priorizado y las pérdidas siguen sumando.

“El turismo en 2019 traía ingresos a la ciudad por $600 al año, al momento no hemos llegado ni al 30% de esta cantidad. Se esperaba que para 2021 la situación cambie, pero no se hace nada para recuperarlo, estamos en la misma situación que el 2020, pese al nivel de vacunación”, puntualizó.

Ni siquiera ha habido apertura para flexibilizar y dar facilidades a los arrendatarios de locales municipales para pagar menos y en mayores plazos las cuotas de arriendos. Con eso, el sector de restaurantes, que está directamente relacionado con el turismo, tampoco ha tenido ni un mínimo de ayuda.

Así, se está perdiendo la mayor parte del potencial económico del sector turístico. Antes de la pandemia, la capital constituía la puerta de entrada para 1,2 millones de turistas extranjeros. De ese total, el 75% se quedaban para visitar la Mitad del Mundo, la Iglesia de la Compañía de Jesús, entre otros; y el 25%, es decir, 300.000 iban a las Islas Galápagos.

A la par, el aumento de la informalidad, ahonda los problemas económicos y de inseguridad. Vanessa Burbano, investigadora en temas empresariales, recalcó que se ha perdido tiempo valioso para estructurar, entre todos los sectores, un plan de reactivación para Quito; mientras los emprendimientos formales naufragan por las permanentes trabas.

“Existen muchas trabas para emprender en temas de costos y burocracia; de ahí es que las personas se vuelcan a la informalidad», acotó.

En Quito, más del 70% de los emprendimientos por necesidad que surgieron al inicio de la pandemia, ahora ya no existen. (JS)