Parte de la esencia de las fiestas se encuentra en los postres.
¿Qué es la Navidad sin ese toque dulce típico de los postres de temporada? De seguro se te hace agua la boca al pensar en los pristiños o buñuelos acompañados del sabor dulce de la miel; o quizá al recordar el sabor de las galletas de canela y mantequilla que, en estas fechas, se sirven en formas de árbol de Navidad o muñecos de jengibre.
Los postres también forman parte del sabor de la Navidad. Es por esto, que en LA HORA te traemos tres opciones para disfrutar en estas fiestas.
Buñuelos con miel
La esponjosa masa con exteriores crujientes y el brillo de la miel de los buñuelos adornan la mesa de varias familias en Nochebuena. ¿Sabes cómo prepararlos?
Ingredientes para los buñuelos
Dos cucharadas de mantequilla
Un huevo
Una pizca de sal
Una taza y medio de harina de trigo cernida
Una pizca de azúcar
Una pizca de jugo de limón
Una taza de agua
Aceite
¿Cómo prepararlos?
Antes que nada, calienta agua y añádele la pizca de sal y azúcar. Una vez caliente, agrega sin miedo la harina, el huevo, la mantequilla (preferiblemente derretida) y las gotitas de limón.
De esta forma debes buscar cocinar la masa, mientras la bates lentamente hasta que no queden grumos. Recuerda que la masa debe estar homogénea.
Mientras bates, casi como si fuera chocolate, asegúrate de calentar un sartén con abundante aceite. Una vez lista la masa, solo te queda llevar con una cuchara bolitas de masa al aceite para que está se cocine y tome su forma tradicional.
¡Y listo! Tienes tus buñuelos navideños.
¡Haz tu propia miel!
No son buñuelos si no tienen miel como acompañante, ¿o no?
Prepararla por tu cuenta no es un proceso complicado. Para esto solo necesitas una taza de agua y media libra de panela. Una vez tengas los ingredientes listos y medidos, los colocas en una olla y debes mantenerte mezclándolos a fuego lento hasta que espesen y no haya grumos a causa de la panela.
Ahora sí, ¡a comer!
Galletas de temporada
La mezcla de mantequilla y canela invaden el ambiente de los hogares al llegar la Navidad. Las galletas dejan su forma redonda y regular en las fiestas.
¿Qué necesitas para prepararlas?
Dos huevos
125 gramos de mantequilla
60 gramos de miel de abeja
75 gramos de panela
Una cucharadita de jengibre en polvo
Una cucharadita de bicarbonato de sodio
500 gramos de harina
Una cucharadita de canela en polvo
Media cucharadita de clavo de olor
Moldes para galletas a tu gusto
Proceso
En un recipiente coloca la harina, panela, jengibre, bicarbonato de sodio y la canela. Mézclalos lentamente mientras incorporas la mantequilla derretida.
En este punto la mezcla debe tener una apariencia de arena. Una vez logrado, coloca los huevos y vuelve a mezclar. Inmediatamente agrega la miel y empieza a amasar.
Cuando esté lista, coloca la mezcla en un recipiente o bolsa hermética para dejarla reposar en el refrigerador por 24 horas. Una vez pasado este tiempo, es hora de cocinar.
Antes que nada, precalienta el horno a 180ºC. Una vez realizado esto, saca la masa del refrigerador y extiendela sobre una superficie plana con la ayuda de un rodillo.
Ahora solo te queda usar los moldes que escogiste para dar forma a tus galletas y meterlas al horno de 12 a 15 minutos.
Una vez listas, déjalas reposar por 10 minutos. ¡Y listo! La decoración va a tu gusto.
¡Es hora del ponche!
El toque cremoso de la Navidad viene de postres como el ponche, también conocido en Ecuador como rompope. Esta bebida, aunque de seguro la has probado, es elaborada a base de leche, huevos, canela y otras especias; varias familias le agregan un poco de licor. Conoce cómo prepararla:
Ingredientes
Un litro y medio de leche (7 tazas)
Ocho yemas de huevo
Una cucharadita de esencia de vainilla
Una pizca de canela en polvo
Ocho cucharadas de azúcar u otro endulzante.
Preparación
La elaboración del tradicional ponche navideño puede parecer fácil, pero hay que tenerle ‘maña’.
Antes que nada, hierve la leche junto con la canela y la esencia de vainilla. Una vez listo, reserva la mezcla.
Enseguida, bate las yemas de huevo con el azúcar e incorpora lentamente la leche caliente. No olvides continuar batiendo la mezcla. (también se puede hacer en la licuadora)
Una vez colocada toda la leche, vuelve a poner la preparación en la olla en la que calentaste y cocina la mezcla hasta que la textura esté algo esponjosa.
¡Y listo! Una vez alcanzada la textura deseada ya puedes servirlo, frío o caliente. Hay quienes a esta preparación le añaden brandy o ron al gusto, como un ‘piquete’.