Diciembre: solidaridad e inicio

Giuseppe Cabrera

Entre el intervalo del tiempo y la oportunidad de renacimiento, vive inserto el mes de diciembre como puerta de transición entre lo que fue y lo que viene. Que el calendario gregoriano no tiene sentido y que el tiempo y su percepción es lineal y relativa y, por tanto, no sirven de nada los cambios de año dicen algunos pesimistas, pero, en realidad no es así, al ser una construcción social, las leyes del mercado, el trabajo, la oportunidad y la convivencia colectiva cambian con cada año nuevo. No son los mismos los precios de enero que de diciembre y, mientras en diciembre nadie contrata personal en enero se multiplican las ofertas laborales. En el sector público se cierran procesos y los presupuestos se agotan, para desde enero planificar nuevos proyectos que se empiezan a diseñar desde octubre y noviembre. Así que sí, el tránsito de año cambia muchas cosas y, una de esas “cosas” por cambiar, podemos ser nosotros mismo.

Diciembre nos da dos oportunidades, la primera de vivir cierto aire de mayor solidaridad y colectivismo. El espíritu navideño, nos condiciona socialmente a compartir y, las muestras de afecto y altruismo se multiplican. Los más cínicos prefieren ver lo malo, que es mirar la hipocresía detrás de esos actos de bondad, yo prefiero ver lo bueno. Sentido o no, hay una persona necesitada que se irá esa noche a dormir con algo en el estómago, que por qué no ser así todo el año, bueno, ojalá así fuera, pero, es mejor un mes a que ninguno, sin duda.

La segunda oportunidad es la de cerrar ciclos, pedir perdón y ser perdonando. Planificarnos para el siguiente año, soñar que nuestras metas y anhelos más profundos son realizables el año que viene. Es un borrón y cuenta. Todos merecemos tener derecho al olvido, a dejar lo malo atrás y recibir con esperanza el porvenir.

Diciembre es entonces es mi mes favorito. Las cenas, los regalos, los adornos, crean el ambiente y sentido de época necesario para jugarnos por ambas cosas. Mucha gente no tiene esa oportunidad o perdió la fe de días mejores, por ellos y por los que vienen, aprovechemos las oportunidades que este mes no da.