Pedimos disculpas al pueblo de Quito por esta situación, realmente no queríamos llegar a esto: Gary Espinoza

ENTREVISTA. Gary Espinoza, presidente de la Fenocin, ayer en la sede de Quito.
ENTREVISTA. Gary Espinoza, presidente de la Fenocin, ayer en la sede de Quito.

Gary Espinosa, presidente de la Fenocin, habló con LA HORA sobre Quito, la violencia, un camino para el diálogo. La propuesta de las 300 organizaciones de la sociedad civil no tiene respaldo. ¿Por qué?

 En una de las principales figuras, luego de Leonidas Iza, claro, en esta movilización que hasta este jueves 23 de junio de 2022 ya llevaba 11 días. Algunas organizaciones decidieron dar una rueda de prensa, que tuvo escasa convocatoria de los medios quiteños. Luego del pronunciamiento, donde justificaron los motivos del paro y pidieron la salida del presidente Guillermo Lasso, Gary Espinosa habló con LA HORA.

Al líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), le dicen el ‘Taita Gary’. Ha estado presente en varios pronunciamientos conjuntos con la Conaie, Feine y otras agrupaciones.

La Fenocin, según su página web, agrupa a 60 uniones de organizaciones de 20 provincias. Y, para la protesta en Quito, ha puesto 5.000 personas. Lea esta entrevista.

 P: En el comunicado que ustedes elaboraron el 22 de junio, en la parte final, dicen que están abiertos al diálogo, pero un diálogo con representatividad…

Y con resultados.

P: Cuando ustedes hablan de representatividad específicamente, ¿a qué se refieren?

La gente que tome decisiones.

P: ¿Las ONG que proponen ser mediadores no son representativas?

Y por ahí dice una oenegé que tiene más de 300 organizaciones. Yo no sé cuáles son esas organizaciones… y no sé si esas organizaciones son independientes, si son realmente avaladas por la sociedad ecuatoriana. En nombre de Fenocin, informo de todo lo que hacemos y todo lo que pretendemos para que la gente conozca. Nuestros reclamos no son de ahora. Lo más bueno que hemos tenido en materia de desarrollo rural fue en 1925 con la Revolución Juliana y con el triunvirato militar antes de la democracia, con el Fondo Desarrollo Rural. No ha existido gobierno que tenga políticas de desarrollo agropecuario.

P: El diálogo es un proceso, así lo dicen los especialistas. No es inmediato. ¿Han analizado ese escenario?

Sí, conozco un poco la metodología de resolución de conflictos. Pero, sin embargo, en este problema se necesita una respuesta. El padre es el Estado, y el Estado tiene que solucionar los problemas. Y no estamos hablando de todos los problemas nuestros, estamos hablando incluso de ofertas electorales del presidente Lasso. Él ofertó, primero, recuperar lo robado, no ha recuperado ni un centavo, ni ha hecho el intento siquiera de coordinar con el organismo competente. El señor Presidente prometió caminos vecinales. No ha puesto un dólar para los caminos vecinales. El señor Presidente prometió quitar o eliminar el examen de ingreso a la universidad. No ha hecho una jugada, una movida para conseguir eso. ¿Qué tiene que hacer? Reformar el reglamento de la Ley de Educación Superior. Y no ha intentado. El señor de la Senescyt nos tuvo en la mesa del diálogo. Dijo que íbamos a hacer un reglamento en conjunto para hacer una propuesta a quien tenga que reformar, sea el Presidente o la Asamblea, pero hasta ahora nada. En el ingreso a la universidad, nosotros los indígenas, los negros, los campesinos, somos los más perjudicados porque tenemos un sistema de educación rural que es realmente caduco, que no está a la altura ni siquiera de la de las urbano marginales, peor aún, del sistema privado.

P: El Gobierno respondió a los 10 puntos. Ustedes, que van los 10 puntos. No hay acuerdo. Y la situación va deteriorándose. Los ánimos suben. Es un escenario bastante sensible. ¿Cómo lo ven ustedes?

Sí, realmente él puede jugar con el cansancio nuestro, en eso estamos conscientes. Esto, a lo mejor la declaratoria de que él se ha enfermado del Covid, se me ocurre que es lo mismo de Cynthia Viteri, cuando tenía la fiscal que enjuiciarla por cerrar el aeropuerto. Es una deuda que tiene la Fiscalía, puede que sea eso. Sin embargo, nosotros estamos tratando de acumular fuerzas, de hacer relevos, que los compañeros vengan para que sigan adelante. Por ejemplo, antes no habían cierres de carretera, tales como la Ibarra-San Lorenzo ya está cerrado, no habían cierres como el puente de Quinindé, ya los compañeros de la federación y compañeros palmicultores lo han hecho. No había cierre en San Lorenzo-Awá. Cada vez se está sumando más gente y está viniendo más gente.

P: ¿Cuántas personas están aquí según la dirigencia?

Por Fenocin estamos alrededor de unos 5.000. La Conaie tiene su parte y la Feine su aporte. Tenemos personas para los relevos. Hoy nos llegan del norte. Cada organización hace su relevo y estamos en ese proceso. Pero nosotros sabemos que esto es difícil, es duro, es duro.

P: Se está convirtiendo en algo muy sensible.

Si, exactamente. Hay preocupación de que el Estado ecuatoriano no responda a las demandas de la gente. No nos atiende, no nos ha atendido en 42 años de vida democrática. Los gobiernos neoliberales, todos han sido neoliberales, ninguno ha sido capaz de hacer, de generar política en función del desarrollo campesino. Imagínese usted, el Gobierno de Correa, después de diez años, dijo que lo perdonaremos por no haber apoyado el campo. Entonces, cómo es posible que sigamos en esta situación de abandono total del campo. Así, nos vamos a convertir en Venezuela. Y mire usted que el Presidente de la República del Ecuador no tiene que seguir el camino de Venezuela, pero él lo está llevando a eso, porque vamos a llegar a que tenemos que importar la mayoría de nuestros alimentos.

P: El alcalde de Quito, Santiago Guarderas, habló acerca de un desabastecimiento parcial. Incluso dijo que el agua potable está en riesgo, en unos días, por falta de químicos. Es un problema en una ciudad de más de 3 millones de personas. ¿Cómo están considerando esto en la dirigencia?

Mire, ahí hay un acto de injusticia. Lamentamos que eso ocurra realmente. Pero nosotros seguimos tomando agua del pozo, seguimos tomando agua del río. Y miren el acto de injusticia. Por ejemplo, Chamanga, mi población, hubo $3.500 millones  por el terremoto y hasta ahora no nos ponen agua potable. Entonces, cómo es posible, en pleno siglo 21, que tengamos esas injusticias. Y lamentamos, realmente, y le pedimos disculpas al pueblo de Quito por esta situación, porque realmente no queríamos llegar a esto. Pero la culpa no la tenemos nosotros, sino el Gobierno nacional.

P: Personas que presenciaron el ataque a la Fiscalía sostienen que no eran manifestantes indígenas. Ustedes hablan de infiltración. ¿Han podido identificar de qué sectores, quiénes?

Eso está clarito. Igualito que el tema de la Contraloría en 2019.

P: ¿Cómo?

¿Cómo es posible que anunciemos esta medida de hecho y no le den garantía de protección a la Fiscalía? Usted vio que eso estaba abandonado, la Fiscalía estaba abandonada. No había Fuerza Pública. Ahí entraron y toda esta cosa, y no fuimos nosotros. Yo no tengo juicio. Ninguno de los compañeros tiene juicio por peculado, por llevarse los fondos públicos.

P: Ustedes saben que se les están infiltrando. ¿Conocen de qué sector son o tienen indicios? Porque esto los está minando.

Alguna fuerza política interesada en deslegitimar esta situación y algunas fuerzas políticas interesadas de que en este país se siga fomentando la impunidad. El robo de los dineros públicos, principalmente. Yo pienso que va por ahí. ¿Por qué atacar a la Contraloría, atacar a la Fiscalía? Es para desvanecer, para borrar evidencias y todo lo que tiene que ver con el robo de los fondos públicos. Y no puede ser que en este país se sigan robando la plata del pueblo ecuatoriano y la Fiscalía no actúe, que no actúe la Contraloría. Deben actuar con firmeza contra la corrupción, porque este país está inundado de corrupción y la pobreza, en gran medida, es fruto de la corrupción. (DLH)