La inacción de los partidos y la trampa de la muerte cruzada

Pleno de la Asamblea Nacional.

La sociedad civil está reemplazando a los partidos políticos. La falta de formación y militancia dentro de las organizaciones políticas impide el surgimiento de un nuevo liderazgo.

Tras las elecciones del pasado 05 de febrero y el proceso de enjuiciamiento político, la crisis del sistema político nacional se ahonda.

Si bien en escenarios políticos por excelencia como la Asamblea Nacional se ha mantenido la actividad, los partidos políticos se muestran apagados y desconectados de la realidad nacional y desarticulados en su militancia.

Con el cierre de campaña, las sedes y espacios de las organizaciones políticas hoy son un desierto, ni hablar de actividades en las calles, recorridos, visitas, mingas y conversatorios.

Por ello, cabe la pregunta: ¿Qué están haciendo los partidos para enfrentar este escenario? Sobre todo aquellos que han encabezado la lucha para enjuiciar al Presidente.

La verdad es que luego de los resultados de las elecciones seccionales del pasado 05 de febrero, las actividades de calle impulsadas por los partidos son prácticamente nulas.

Haciendo un pequeño ejercicio de memoria, durante la campaña, los actos de “militancia” se concentraron en las visitas a los barrios, caravanas y conversatorios con las comunidades. Pero finalizado el carnaval electoral la actividad de los partidos desapareció.

El Código de la Democracia establece algunas de las funciones de los partidos políticos en su artículo 312, en el que señala que organizaciones deben promover la movilización y participación ciudadana, influir en la conducción del Estado a través de la formulación de políticas públicas, formar a sus miembros y contribuir en la formación de la ciudadanía. Todo ha sido incumplido en la política nacional.

Inclusive, ante un escenario de “muerte cruzada” que puede ser activado por el Primer Mandatario nacional en cualquier momento, las organizaciones y movimientos políticos no están en las calles actuando con su militancia y formándola, no se preparan para un eventual proceso electoral, no consultan a su dirigentes, ni a sus bases.

Liderazgo acéfalo

No son pocos los dirigentes políticos y analistas que señalan a través de las redes sociales que debe ser reformulado el Código de la Democracia, muchos exigen dejar la política de las redes para regresar a los territorios, pero el clamor es desoído por una dirigencia que sigue anclada a los métodos de antaño y que se han convertido en sucursales de campaña y no en movimientos políticos.

Basta con comparar las acciones de los partidos y los movimientos políticos en otros países, con la realidad del Ecuador. A un año de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los dos partidos principales, integrados por Demócratas y Republicanos, ya están en las calles, con aspirantes que van trabajando en alianzas y recorriendo cada uno de los condados para llevar sus propuestas.

Una realidad que se repite en otros países, si buscamos ejemplos más cercanos solo basta observar al controversial Javier Milei en Argentina, o al politólogo Agustín Laje, quienes no solo se pasean por los medios de comunicación para exponer su rechazo al presidente Alberto Fernández, sino que plantean escenarios de debates en las academias y las comunidades.

Incluso, salvando las distancias, la realidad venezolana muestra organizaciones políticas que ya están en la calle preparando su participación para un proceso electoral, incluso cuando no hay fecha y ni garantías de transparencia.

Pero los dirigentes opositores se movilizan y forman a sus cuadros para participar en un proceso de primarias que permita fortalecer a un “candidato unitario”. Cabe destacar que la Unidad no será perfecta pues algunas organizaciones fuera de la alianza unitaria ya han anunciado que se presentarán con candidatos propios.

Así, la falta de espacios de militancia es el factor que impide el nacimiento de nuevos liderazgos surgidos de la formación político- partidista y del roce del día a día con las comunidades.

Juicio sin acompañamiento

A pesar del ruido que ha causado, los números muestran que los ecuatorianos siguen sin conocer con certeza por qué se enjuicia al Presidente Lasso, y podemos observar como los partidos políticos siguen desconectados.

El juicio político sigue sin ser comprendido por la población. Aunque el 55,4% de los ciudadanos señalan que conocen las causas del enjuiciamiento, según datos de la encuestadora Imasen.

Al ser consultados de forma abierta sobre las causas, el 64% de los encuestados asegura de forma genérica que es por hechos de corrupción, un 9,6 asegura porque no ha cumplido con lo prometido y otro 5,5 dice que no ha hecho nada.

Tan solo el 11,6% sostiene que el enjuiciamiento tiene relación a un contrato que no debió haberse realizado.

Es decir, a pesar de los grandes titulares, la dirigencia opositora sigue sin encontrar caminos para comunicar de forma efectiva su mensaje y que este llegué a los ciudadanos y los movilice.

En el mismo estudio está afirmación se hace evidente. Pues aunque el 45,2% de los ciudadanos desaprobarían que el Presidente llame a una muerte cruzada, tan solo el 17,4% saldría a las calles a movilizarse en rechazo a la medida. El 43,3% rechazaría la acción pero admite que no haría nada para evitarla.

Sociedad Civil avanza

Este espacio de formación y militancia política está siendo asumido cada día con mayor fuerza por organizaciones de la sociedad civil y la academia.

Los espacios de debate son desarrollados por organizaciones civiles que buscan respuestas a los problemas que las afectan o que generan incertidumbre en la sociedad, dentro de estos espacios es notable la ausencia de dirigentes políticos. Ellos, a pesar de entender que forman parte de la sociedad tal como lo comentaron a LA HORA, siguen encerrados en sus espacios de poder, sin volver a tocar el suelo del ciudadano común. Los problemas que más preocupan, inseguridad y desempleo, todavía están muy lejanos de sus agendas. (ILS)

Cuando la sociedad civil se organice, se levante, cerrará la Asamblea: César Rohon