ONU confirma olas de violencia vinculadas al narco en Ecuador

Tráfico. Durante 2022, las autoridades de Ecuador decomisaron 201 toneladas de drogas. API
Tráfico. Durante 2022, las autoridades de Ecuador decomisaron 201 toneladas de drogas. API

La criminalidad relacionada al tráfico de cocaína en América Latina es cada vez más compleja y fragmentada, según Naciones Unidas.

Redacción VIENA

La criminalidad vinculada al tráfico de la cocaína en América Latina es «cada vez más fragmentada y compleja«, con numerosos grupos criminales compitiendo o cooperando por el enorme negocio de una droga que tiene una demanda y una producción récord, señala Naciones Unidas en un informe difundido este 16 de marzo de 2023.

En el caso de Ecuador, la ONU alerta de la presencia de importantes grupos criminales colombianos, mexicanos, europeos, italianos y balcánicos, que colaboran con redes criminales locales para expandir sus negocios.

En este contexto de competencia y cooperación entre grupos criminales, el informe revela que proliferan los llamados «proveedores de servicios«, es decir, células externas especializadas que prestan sus servicios en toda la cadena de suministro a cambio de un pago o una comisión.

Olas de violencia

En el informe de la ONU se indica que una parte importante de la violencia en América Latina relacionada con el narcotráfico se debe a la rivalidad entre los aliados locales de los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.

Como casi ningún grupo criminal controla toda la cadena de suministro de cocaína desde Suramérica hasta los mercados de destino, como Europa y Norteamérica, se crean alianzas en distintas fases del proceso.

Es por ello que la competencia por el control de espacios o de puntos de distribución puede acabar en actos de violencia.

En algunos casos, los representantes locales de los dos principales carteles mexicanos han estado detrás de olas de violencia.

Por ejemplo, el informe indica que una serie de actos violentos en Ecuador se vinculó a la rivalidad entre grupos criminales locales vinculados al cártel de Sinaloa y al de Jalisco Nueva Generación.

El informe señala que un incremento en los homicidios en Ecuador está vinculado con el narcotráfico, especialmente en la zona costera, donde hay grupos vinculados a organizaciones mexicanas y colombianas.

Criminalidad compleja

La criminalidad vinculada al tráfico de la cocaína en América Latina es «cada vez más fragmentada y compleja», con numerosos grupos criminales compitiendo o cooperando por el enorme negocio de una droga que tiene una demanda y una producción récord, señala el estudio.

El Informe Mundial sobre Cocaína 2023 precisa que en 2020 se produjeron casi 2.000 toneladas de cocaína de la máxima pureza, el doble que en 2015.

Además, detalla que el cultivo de coca se disparó un 35% entre los años 2020 y 2021, una cifra récord y el mayor aumento interanual desde el año 2016.

La mayor parte de los cultivos de coca se sitúan en Colombia (61%), seguida por Perú (26%) y Bolivia (13%).

Oferta récord

«La oferta mundial está en niveles récord«, alerta la Oficina de Naciones Unidos contra la Droga y el Delito (Onudd), que alude a la expansión de los cultivos de coca y a técnicas más eficientes para convertir las hojas de esa planta en cocaína.

El fuerte crecimiento de la oferta va acompañado de una subida constante de la demanda de cocaína, tanto en América del Norte como en Europa, donde se concentran los 21,5 millones de consumidores habituales de esta droga.

Además, la ONU teme que la producción récord de cocaína pueda encontrar nuevos consumidores en Asia y África, donde si se llegase a un nivel de consumo similar al de Europa y EE.UU., se alcanzarían 55 millones adicionales de potenciales «clientes». EFE

Cada vez hay más grupos implicados

El informe de Onudd señala que el panorama delictivo se está complicando y cada vez hay más grupos criminales implicados en el ilícito negocio.

La desmovilización en Colombia de las FARC, que hasta entonces controlaban muchas de las regiones cocaleras del país, abrió el camino a otros grupos, tanto locales como extranjeros, sobre todo de México y de los Balcanes.

Al momento, el ‘Clan del Golfo’ es la organización criminal más extendida en el país, y algunos medios señalan que tiene capacidad para exportar 20 toneladas de cocaína mensuales.

México continúa siendo un país de tránsito para la droga hacia Estados Unidos y Canadá, y sus organizaciones criminales siguen siendo muy poderosas. «Actualmente, las autoridades mexicanas han identificado nueve grandes grupos delictivos organizados que incluyen aproximadamente un total de 53 grupos», indica el informe.

La ONU describe la situación como una red de alianzas cambiantes y muy especializadas que cooperan entre sí en función de la situación.

Carteles peruanos también ganan poder

Perú está experimentando cambios tanto en las rutas de tráfico de cocaína como en la composición de las bandas que dominan este negocio, con la llegada de grupos serbios, al tiempo que las bandas locales pueden ver aumentar su poder gracias a la creciente producción de esa droga, señala la ONU en su informe.

El reporte señala que si en el pasado la cocaína peruana era enviada principalmente a Estados Unidos desde sus zonas costeras, en operaciones costeadas por narcos mexicanos y colombianos, en los últimos años las rutas se han diversificado.

Por ejemplo, hacia Argentina, Brasil o Bolivia, «facilitado por vínculos entre los clanes familiares peruanos y traficantes de otros países sudamericanos y europeos, como Italia, Bélgica y Serbia, explica la Onudd.

El reporte indica que los clanes peruanos no tienen contacto directo con grupos extranjeros o venden la cocaína a intermediarios, y que estos últimos podrían estar ampliando sus operaciones para enviar grandes cantidades de droga directamente a Europa.

Los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación son los que tienen más presencia internacional, según el informe.
El tráfico de cocaína es sólo una parte del negocio criminal de los grupos delictivos mexicanos, ya que están implicados en otras muchas actividades, como el tráfico de marihuana, heroína, estimulantes, armas y personas.