Microempresas lideradas por mujeres fueron las más afectadas al inicio de la pandemia, pero su capacidad de recuperación fue mayor

La pandemia produjo un cataclismo económico. En toda la economía ecuatoriana, la productividad decreció más del 16% y la deuda aumentó más del 40%. Las microempresas lideradas por mujeres fueron las primeras en sentir el golpe, sobre todo fuera de las grandes provincias de Pichincha y Guayas.

 

Según los resultados del estudio «Desempeño de las empresas lideradas por mujeres durante la pandemia de Covid-19», la crisis sanitaria del 2020 produjo un enorme impacto inicial donde, en promedio, el nivel de operación de las empresas bajó al 37,4%. Además, la productividad se redujo un 16,1% y la deuda se disparó un 44,7%.

En el primer momento, las que más sintieron el golpe fueron las microempresas lideradas por mujeres, sobre todo las que estaban fuera de las dos grandes provincias de Pichincha y Guayas.

Diego Grijalva, Profesor de investigación School of Business de la Universidad San Francisco de Quito y responsable del estudio, explicó que el nivel de operación cayó al 29,2% en los negocios de las ecuatorianas fuera de las dos grandes provincias. En comparación, los negocios de los ecuatorianos fuera de Pichincha y Guayas bajaron menos, hasta el 38,6%.

Sin embargo, a pesar de partir con desventaja, la evidencia recolectada de encuestas y bases de datos de clientes de Produbanco, dio como resultado que, luego del golpe inicial, las empresas lideradas por mujeres se igualaron y terminaron a la par con el desempeño de las empresas no lideradas por mujeres.

Así, la principal conclusión es que las empresarias y sus equipos, son más resilientes y tienen más capacidad de adaptación de lo que se creía.

Eso de acuerdo con María Isabel Román, Vicepresidente de Banca Minorista de Produbanco, refuerza la noción de que, en lugar de tomar un enfoque de vulnerabilidad, el sistema financiero debe ver a las mujeres empresarias como un segmento con enorme potencial que necesita más incentivos y asesoría para impulsar sus negocios.

En general, las ecuatorianas son más ahorradoras y mejor pagadoras cuando han pedido un crédito. Eso demuestra que tienen conceptos muy arraigados de educación financiera que se pueden aprovechar.

De esta manera, el sistema financiero tiene mucho que hacer para ampliar las opciones de financiamiento y asesoramiento a las empresas lideradas por mujeres.

Aunque han demostrado una gran capacidad de adaptación y desarrollo, todavía representan, por ejemplo, (tanto en Ecuador como a nivel mundial) alrededor del 4% de los negocios que exportan.

Claudia Tobar, Directora de innovación y vinculación con la sociedad de la USFQ, recalcó que el reto tiene un gran componente cultural porque las mujeres tiene una mayor aversión al riesgo y por eso prefieren (mucho más que los hombres) mantener empresas con menos empleados o invertir en expandirse. (JS)

Las empresas más jóvenes se adaptaron mejor

Una conclusión sorprendente del estudio «Desempeño de las empresas lideradas por mujeres durante la pandemia de Covid-19» es que las empresas más jóvenes, con menos de 5 años de existencia, aumentaron su productividad, en promedio 10,8% durante la pandemia.

Esto mientras las empresas con 15 años o más vieron reducida su productividad entre el 16% y el 22%.

Así, la evidencia apunta a que las empresas más jóvenes tuvieron más capacidad de flexibilizar sus procesos; pero eso sí, el costo fue incrementar la deuda y reducir la cantidad de efectivo disponible.