Dar armas a los ciudadanos muestra el fracaso del Estado para brindar seguridad

armar a la ciudadanía sería perjudicial
Policías realizan controles para la seguridad de la ciudadanía. (Foto: Policía)

Expertos concuerdan que dar armas a la población es una señal del fracaso estatal para contener la inseguridad.

Hernán González llegó de Venezuela a Ecuador hace cinco años. «Salí de un paraíso que se convirtió en un infierno violento», dice González recuerda que el chavismo impulsó el proyecto de armar a los barrios populares a los que Hugo Chávez llamó «defensores de la revolución». La inseguridad en los barrios armados – recuerda el hombre de 60 años– no terminó; todo lo contrario, «ni la Policía se atreve a entrar allá (…) ahí hasta los niños saben usar armas«.

Y aunque en 2014, Nicolás Maduro presentó un plan de pacificación ciudadano, la situación se ha salido de las manos y hoy, los barrios armados representan a las bandas más peligrosas de Caracas; así lo detalla el libro ‘Mitos políticos en las sociedades andinas’. Además, la Fiscalía General de Venezuela considera que los barrios armados son un problema de orden público.

 Ecuador correrá la misma suerte

‘Ley Por la Vida y La Protección Ciudadana’ es el nombre del proyecto que presentó la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, al presidente Lasso.

El proyecto de Ley tiene cuatro objetivos:

  1. Permitir el porte y tenencia de armas a quienes pasen rigurosos exámenes del Ministerio de Defensa.
  2. Mostrar el rostro de delincuentes
  3. Exigir certificado de antecedentes penales de ciudadanos extranjeros que deseen ingresar al país.
  4. Derogar la tabla de consumo de drogas.

Sobre el porte de armas se ha levantado un debate entre ciudadanos y expertos en materia de seguridad, psicólogos y otras áreas.

Sara Olmedo, psicóloga clínica, dice que los ciudadanos no deben estar armados ya que el libre porte de armas envía el mensaje de que la justicia se puede dar por mano propia, lo que provocaría muertes innecesarias de inocentes “por cualquier motivo”.

Además considera que armar a los civiles es una señal de que el Estado no tiene la capacidad de controlar a los grupos delictivos. “Entre menos armas, menos riesgos”, enfatiza Olmedo.

Según  ‘Global Study in Homicide’, la probabilidad de morir como resultado de arma de fuego se duplica en los casos de quienes poseen armas, en comparación con aquellas personas que no las tienen.

La propuesta del libre porte de armas no es nueva. Se habló de esto en las elecciones de 2021 y en las de 2017. El exministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, en declaraciones del 1 de diciembre de 2020, dijo que “que la solución a los problemas no es permitir que cada ciudadano se arme, porque esto puede traer consecuencias más graves de las que se pretende solucionar”.

Así piensa también Andrés Camacho, sociólogo experto en política pública; detalla que no se puede tomar a la ligera el porte de armas pues «no basta con exámenes psicológico» y explica que disparar un arma es algo que podría hacer casi cualquier persona, más no usarla eficazmente, ya que para manipular con destreza un arma se necesita de entrenamiento. «Y a quienes se debería entrenar es a las fuerzas del orden, no a los ciudadanos».

Para los expertos, dar armas a la población es una señal del fracaso estatal para contener la inseguridad. “Es decir ‘ya que nosotros no los podemos cuidar, cuídense ustedes y no será cuídense sino mátense’”, agrega Olmedo. (AVV)