El predio está a cargo del SNAI, pero pasará a manos de Inmobiliar. Los presos preliberados podrán trabajar en el espacio.
El expenal García Moreno es un símbolo de la historia de Quito y del país.
Se construyó en 1874 y eso lo convirtió en la primera cárcel del Ecuador. Fue en ese lugar, ubicado en las calles El Placer y La Libertad, en el barrio de San Roque, donde estuvo preso el expresidente Eloy Alfaro, así como figuras con macabros delitos como Pedro Alonso López llamado ‘el Monstruo de los Andes’ o Daniel Camargo, conocido como ‘La bestia de los manglares’.
Ahora, el lugar luce descuidado, hay basura a su alrededor, vidrios rotos y perros callejeros que logran entrar y salir a través de las delgadas rejas de su puerta principal.
Un bien patrimonial
El Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) detalla que el expenal es uno de los 5.000 inmuebles patrimoniales que tiene el Centro Histórico de Quito. Sin embargo, está a cargo del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad y Jóvenes Infractores (SNAI).
En conversación con LA HORA, Lorena Merizalde, directora de Asesoría Jurídica del SNAI, comenta cuál es el plan para este lugar que cerró sus puertas en 2014, cuando sus 3.255 presos fueron trasladados a la cárcel de Cotopaxi.
Museo de la memoria
El ofrecimiento del SNAI es que hasta finales de marzo de 2022 se tenga estructurado el proyecto en el que participarán instituciones tanto gubernamentales como municipales.
En el informe se deberá detallar cómo será la rehabilitación de infraestructura y el uso que se le dará. Por ahora, detalles como el presupuesto necesario y el tiempo que tomará no tienen respuesta, pero todo esto – confirma Merizalde– estará listo a finales de este mes.
Lo que sí se sabe es que el expenal se transformará en un museo llamado ‘de la memoria’.
Esto por la disposición que, en 2002, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo al Ecuador, como reparación a las víctimas de delitos de lesa humanidad cometidos en el país.
No es la primera vez
Pero el expenal ya tiene experiencia en abrir sus puertas a la ciudadanía. En 2019, junto al grupo de teatro ‘Quito Post Mortem’ que representaban a guías penitenciarios y privados de la libertad. El objetivo era que los visitantes tuvieran una experiencia vivencial de cómo era estar en el penal.
Con la pandemia por COVID-19, los recorridos dejaron de realizarse desde 2020. “Este museo que existía antes era como una experiencia”, dice Merizalde, al resaltar la nueva temática que tendrá.
“El museo (de la memoria) es algo totalmente diferente pues tendrá exposiciones fotográficas. Es un museo que seguirá los lineamientos de la CIDH, en la que más que un recorrido de experiencia es un recorrido histórico”, señala la funcionaria.
Pasa ‘a manos’ de otra institución
Merizalde comenta que no había claridad de qué iba a pasar con el expenal, pero que ya se tiene una hoja de ruta. En primer lugar, el predio pasará a ser manejado por la Secretaría Técnica de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar). “Desde ahí será el punto focal para la organización de este proyecto que es ambicioso”.
Pero el trabajo de recuperación también se dará con los Ministerio de Cultura, Ministerio de Turismo y el Municipio de Quito.
En un oficio con información solicitada al SNAI por este medio se detalló que otra de las razones del trabajo interinstitucional y del traspaso del bien inmueble es que “actualmente no existe presupuesto para el mantenimiento de esta infraestructura y tomando en cuenta que este centro no está habitado por personas privadas de la libertad”.
Personas en prelibertad podrán trabajar en el expenal
Dentro del proyecto está contemplado que personas con prelibertad (que aún son parte del sistema carcelario) puedan trabajar en el expenal.
“Se espera, al ser un atractivo turístico, contar con una cafetería, panadería donde estaremos trabajando las personas preliberadas y de proceso de reinserción mediante las habilidades que adquieren en los centros de privación de libertad: panadería, carpintería”, dice Lorena Merizalde, directora de asesoría jurídica del SNAI.
No se descarta tampoco que las personas que han cumplido su pena puedan incluso ser los guías en este museo de la memoria.
Según SNAI, una de las primeras acciones para retomar el control de la infraestructura es la contratación de guardias de seguridad.
“Hasta finales de marzo (2022) esperamos salir con el proyecto (rehabilitación expenal García Moreno) listo”, Lorena Merizalde, directora de Asesoría Jurídica del SNAI.
“Este proyecto busca promover nuestros ejes de rehabilitación e incorporar a una población que hemos estado olvidando que son nuestros preliberados”, Lorena Merizalde, directora de Asesoría Jurídica del SNAI.