La presencialidad de clases está suspendida desde el 9 de enero. Muchos niños y adolescentes arrastran pérdidas de aprendizaje desde la virtualidad en la pandemia. El Ministerio de Educación no detalla los parámetros para mantener a 4,5 millones de estudiantes lejos de las aulas.
Las clases presenciales a escala nacional están suspendidas desde el 9 de enero de 2024. La decisión se tomó debido al estado de excepción que rige en el país desde el 8 de enero hasta el 8 de marzo.
La primera semana en la que se tomó esta medida las amenazas y atentados se tomaron el país. Sin embargo, los ataques han disminuido notoriamente. Así lo señaló Jairo Barrera, jefe de la Policía Judicial de Quito, quien dijo que cada vez hay mayor control del territorio.
Pese a esto, el Ministerio de Educación decidió extender el plazo de las clases virtuales, que eran hasta el 17 de enero, por dos días más. La cartera de Estado, liderada por Daniel Calderón, no ha detallado los parámetros técnicos de la decisión que cambió en un lapso de cinco horas. A las 06:00 ratificaron que la virtualidad terminaría ayer, pero a las 11:00 ampliaron la medida hasta el 19 de enero.
Estudiantes sin internet
La cartera de Estado señaló que las clases presenciales continúan suspendidas, pero no se precisó hasta cuándo durará la medida que mantiene a 4,5 millones de niños, niñas y adolescentes en clases virtuales, pese a que un 37% de ellos no tiene acceso a internet. Las clases incluso están suspendidas en Galápagos donde no ha existido novedades de terrorismo; así como en zonas de la ruralidad donde tampoco hay registro de emergencias.
LA HORA solicitó una entrevista con el ministro para este 19 de enero. Sin embargo, desde el departamento de comunicación se informó que entraría a la agenda que se cierra cada 15 días.
Claudia Tobar, PhD en Educación, señala que aunque aún haya ciudades con altos niveles de riesgo, se podría focalizar la medida cotejando información con los alcaldes de cada cantón. De esa manera se permitirá el regreso a las aulas de los estudiantes.
Tobar menciona que la pandemia demostró que la virtualidad no es una herramienta adecuada de aprendizaje, más aún cuando al estar frente a un computador, los niños y adolescentes reviven el sentimiento provocado por el encierro durante la pandemia por Covid-19; lo que les puede provocar ansiedad y altos niveles de estrés.
Andrés Altamirano, psicólogo educativo, dice que el Ministerio de Educación deberá plantear un cronograma de nivelación pues los estudiantes arrastran un rezago educativo, por los dos años que estuvieron fuera de las aulas.
“Hay generaciones, sobre todo de niños en aprendizaje de lecto-escritura, que van a desarrollar su vida estudiantil con muchos vacíos”, dice Altamirano.
Retraso educativo
La exministra de Educación, María Brown, reconoció – cuando ejercía el cargo– que la pandemia por la Covid-19 ha generado un retraso en el aprendizaje de entre uno y dos años. También detalló que existen cuatro áreas en las que hace falta más refuerzo y señaló que la nivelación tomará, por lo menos, dos años.
Unicef ha indicado que tres de cada cinco estudiantes que han perdido un año escolar en el mundo – tras la pandemia– viven en Latinoamérica y El Caribe. (AVV)
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