El aeropuerto de Quito se desarrolla cerca a parroquias rurales donde hay barrios sin alcantarillado

En 2022, un barrio de Pifo en donde se construyó un sistema de alcantarillado.
En 2022, un barrio de Pifo en donde se construyó un sistema de alcantarillado.

Pese al desarrollo del complejo de la terminal aérea, las parroquias aledañas tienen problemas de vialidad y alcantarillado. 

 El aeropuerto Mariscal Sucre de Quito cumplió 10 años en funcionamiento. El lugar ubicado a 20,5 kilómetros en línea recta del centro de Quito reemplazó al antiguo aeropuerto que se ubicaba en el norte de la ciudad, donde ahora es el parque Bicentenario.

La meta fijada del aeropuerto es superar los más de 5 millones de pasajeros que llegó a tener antes de la pandemia.

Según los exalcaldes de Quito Paco Moncayo y Augusto Barrera, quienes iniciaron y pusieron en marcha el proyecto, el aeropuerto nació para ser un polo de desarrollo para la capital.

“La competitividad del aeropuerto debe estar estrechamente relacionada, en  mancomunidad, con las parroquias vecinas: Pifo, Puembo, Píntag, Tumbaco, Cumbayá, Yaruquí, Checa, El Quinche, Guayllabamba, Calderón y otras de menor tamaño, que se ubican en las zonas aledañas, definitivamente se beneficiarán del proyecto”, dijo en 2013, Eduardo Dousdebés, entonces Secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad de Conquito, a la revista Clave.

Sin embargo, los moradores de los sectores aledaños no han sentido dicha conectividad, sino que viven realidades distantes a las del moderno aeropuerto, el cual ha ganado premios y ha sido calificado como uno de los mejores de Sudamérica.

Sin turistas

Distinto a lo que se creía, las parroquias que rodean al aeropuerto no han crecido como se pensaba. Hace más de 10 años, cuando se inició el proyecto, los moradores de las parroquias aledañas invirtieron en la remodelación o construcción de hostales y restaurantes. Sin embargo, la vialidad impide que haya visitantes debido a que el conector Alpachaca, vía que se construyó para ir al aeropuerto no pasa por las parroquias y no hay un camino que lleve por ahí a los turistas. El antiguo camino de Santa Rosa, que conduce a la parroquia de Tababela, la más cercana al aeropuerto, por ejemplo, no tiene conexión con la terminal.

El único paso que existe aún es de tierra. Así como las calles en parroquias como Pifo, donde recién este 2023 se han iniciado trabajos de levantamiento de adoquín por el mal estado. También, apenas en 2022, Las familias del pasaje Morales Haro (Pifo), vieron la construcción del alcantarillado.

Necesidades latentes

Esta realidad también la comparten barrios como El Vergel Bajo (Tababela), donde no hay alcantarillado, ni redes de agua potable. Sin embargo, el no tener alcantarillado no es una responsabilidad directa del aeropuerto, sino de los gobiernos locales, que son los encargados de gestionar los recursos.

Mercy Medina, moradora del sector, dice que las parroquias viven constantes cortes de agua. “En 2022 fueron por lo menos unas siete veces, de periodos largos”, dice.

Medina confirma que como pobladores de las parroquias aledañas no sienten una conexión con el aeropuerto. “Poquitos turistas vienen. La gente que ganó con el aeropuerto es la que vendió (cuando el aeropuerto se inauguró) sus terrenos, porque ahí la plusvalía subió bastante”.

En Tababela, por ejemplo, continúa pendiente la construcción de una escuela y la repotenciación de una piscina municipal. Por otro lado, como parte de la responsabilidad social, Quiport ha desarrollado proyectos deportivos, educativos y de medio ambiente con la comunidad.

José Olmedo, taxista, considera que es necesario promocionar a las parroquias junto con el aeropuerto. Reconoce que se han habilitado plazas de trabajo para gente de las parroquias, pero no se ha trabajado en el desarrollo de las parroquias.

Lo positivo

Cuando se inició el aeropuerto de Quito, en Tababela, el 3% de los empleados, aproximadamente, eran habitantes de parroquias aledañas. Actualmente hay 7.500 funcionarios de esas zonas, lo que representa un 36% de los colaboradores en total.  (AVV)

Terminal con cifras positivas

  • El aeródromo de Quito empezó a operar el 20 de febrero de 2013 en Tababela.
  • Desde 2013 hasta 2022 ha transportado unos 44,6 millones de pasajeros en alrededor de 460.000 vuelos,
  • 4,3 millones de pasajeros se movilizaron en 2022 por la terminal. Eso representa una recuperación del 86,4% respecto con 2019, cuando movilizó 5 millones de pasajeros.
  • 2,3 millones de toneladas métricas de carga movilizadas en una década sitúan al aeropuerto de Quito como uno de mayor volumen de manejo de carga.
  • 15 aerolíneas de pasajeros conectan a Quito con 14 destinos internacionales de manera directa y 8 destinos dentro de Ecuador.

FUENTE: Corporación Quiport