Los casos suceden dentro y fuera de las escuelas con menores en edad escolar. La virtualidad aumenta los riesgos y disminuye la capacidad de prevención.
La violencia sexual abarca desde agresiones hasta violaciones. En Ecuador hay un reto no resuelto que es proteger a los niños, niñas y adolescentes (NNA) de esta conducta que desde hace una década suma 21.046 casos en el Sistema Nacional de Educación, según un estudio levantado por tres organizaciones.
Solo en 2022, según datos del Ministerio de Educación, se registraron 4.115 víctimas de violencia sexual. La mayoría tiene entre 8 y 14 años. El 90% de las agresiones son contra mujeres.
Cristina Barrera, directora de ChildFund en Ecuador, dice que pese a que existen hojas de rutas y protocolos de acción del Ministerio de Educación, en los últimos años los casos de agresiones sexuales han aumentado. Los factores, explica, son varios, pero destaca que la no presencialidad a las aulas aumenta el riesgo, ya que los casos de violaciones suceden también en el entorno familiar de los estudiantes.
El estudio ‘Ecuador: Niñez y Adolescencia en 360°’ basado en datos de los Ministerios de Educación y Salud expone alarmantes datos sobre la infancia en el país. Pues además del aumento de las agresiones sexuales – según Barrera han ido en aumento los últimos tres años– se ha verificado que los NNA en edad escolar (de cinco a 18 años) sufren otros tipos de violencia.
Por ejemplo, entre 2022 y 2023 se registra un aumento del 40% de egresos hospitalarios de menores, por síndrome de maltrato.
Para Ana María Velásquez y Sofía Narváez, psicólogas educativas, este debe ser el foco de trabajo del nuevo Gobierno.
Narváez señala que “más de una vez el Ministerio de Educación ha reconocido que las autoridades no actuaron de forma correcta ante una alerta o denuncias de violencia sexual”. Un ejemplo es el caso de la estudiantes del colegio Dillon, cuya rectora fue retirada del cargo.
18 años de impunidad
Cómo no recordar a Paola Guzmán Albarracín, quien tenía 14 años (2001) cuando fue violada por el vicerrector del colegio al que asistía. La situación de violencia duró más de un año. En 2002, la niña se suicidó.
El caso quedó en la impunidad y 18 años después fue presentado por la madre de Paola ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que a su vez lo elevó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
En 2020, la Corte IDH dictó sentencia, concluyendo que el Estado de Ecuador es responsable por la violencia sexual e institucional de la que Paola fue víctima.
Abusos en el aula
Una placa colocada en la Academia Aeronáutica Mayor Pedro Traversari (Aampetra) es el recuerdo de los 41 niños, de entre 10 y 11 años, abusados durante un año por un profesor condenado a 22 años de prisión.
Pero la ‘justicia’ también tardó. La condena por ese caso llegó ocho años después. Según los padres de familia, las autoridades de entonces encubrieron al docente, quien huyó después de que los hechos salieran a la luz y fue capturado en 2015, en el sur de Quito. (AVV)
El jueves 22 de febrero, el Ministerio de Educación presentará la construcción del plan nacional de Educación.
En el país, el 16,94% de delitos sexuales se comete contra menores de edad.
El chofer de un bus escolar fue sentenciado a 29 años y 4 meses de cárcel por la violación de una estudiante, en Quito.
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