Ecuador depende del cielo para evitar apagones

ENERGÍA. Ecuador sigue dependiendo de los embalses de las hidroeléctricas para evitar apagones.
ENERGÍA. Ecuador sigue dependiendo de los embalses de las hidroeléctricas para evitar apagones.

La crisis energética puede ser una de las principales piedras en el zapato para la reelección de Noboa. La demanda de electricidad actual  se cubre con las justas en Ecuador.

Actualmente, el nivel de los caudales de las hidroeléctricas ha bajado y con las justas se cubre la demanda diaria de electricidad en Ecuador.

En enero de 2024, las hidroeléctricas aportaban con más del 90% de la energía; pero en las últimas semanas se ha llegado a caer por debajo del 80%.

El nivel del embalse de la hidroeléctrica Mazar, que es una de las más grandes del país, está a pocos centímetros de su cota mínima de 2.115 metros.

A esto se suma que el ministro de Minas y Energía de Colombia, Andrés Camacho, confirmó que se limitan las exportaciones de electricidad a Ecuador, debido a la sequía que afecta al país vecino.

Hasta hace poco, Colombia exportaba a Ecuador entre el 5% y 6% de su capacidad, pero ahora ha limitado el servicio a un máximo del 1%.

Todo apunta a que el sistema eléctrico ecuatoriano está cubriendo con las justas la demanda del país

Alberto Rodríguez, ingeniero eléctrico y consultor, explicó que la reducción en las exportaciones que llegan de Colombia significa que Ecuador pierde entre 200 y 300 Megavatios (MW) de potencia.

“La pregunta es cuál central o planta de generación suplirá ese vacío cuando las hidroeléctricas tienen embalses a la baja. La crisis que inició a finales de 2023 se superó solamente porque llovió más y mejoraron los caudales, no porque se haya hecho nada estructural para superar los problemas del sistema”, afirmó Rodríguez.

Durante una entrevista con LA HORA, la ministra de Energía y Minas, Andrea Arrobo reconoció la “fragilidad” del sistema; pero lo atribuyó a una falta de inversión de siete años, que no se puede solucionar en cuatro meses del actual Gobierno.

Arrobo repite que no habrá apagones programados (avisados con anticipación), pero no se pueden evitar desconexiones imprevistas que se dan por emergencias.

En otras palabras, la ciudadanía debe consolarse con que no habrá cortes programados con anticipación; pero sí se puede cortar el servicio eléctrico (como ya ha pasado en ciudades como Quito durante las últimas semanas o en varios cantones del Guayas en los últimos días) sin previo aviso.

El empresario e investigador en temas energéticos, José Alvear Campodónico, ha puntualizado que “no existe un plan estratégico para evitar los apagones. No hay acciones que frenen el problema de raíz. Ojalá no nos quedemos en soluciones parche que nos generen más pérdidas económicas”.

Por su parte, Rodríguez cuestionó que se quiera hacer una distinción entre apagones y desconexiones y afirmó que “la provisión de electricidad depende del cielo y de si llueve o no”.

Soluciones parche

El mismo Operador Nacional de Electricidad (Cenace) ya ha alertado que, de cara al próximo estiaje (época seca), que podría iniciar entre agosto y septiembre de 2024, se necesita añadir al menos 475 Megavatios de generación de electricidad adicional para evitar repetir el mismo escenario de apagones de finales de 2023.

Sin embargo, desde el Gobierno de Daniel Noboa, la ministra dice que los procesos de contratación están por buen camino y que en máximo 3 meses se harán realidad.

Incluso se afirma que las primeras piedras de proyectos como El Aromo y Villonaco se podrían poner antes de la consulta popular del 21 de abril.

Rosa Intriago, ingeniera eléctrica, cuestionó los anuncios del Gobierno y asegura que los tiempos no les darán a las autoridades para que el país esté preparado para el próximo estiaje y menos para enfrentar el aumento de la demanda y los cambios climáticos actuales.

“No se ha hecho nada para impulsar la inversión privada para aumentar la producción de gas natural, que podría abaratar sensiblemente la generación térmica del país en reemplazo de otro tipo de combustibles”, dijo Intriago

También se ha desistido de la concesión del Campo Amistad y se ha dejado todo en manos de Petroecuador con una inversión mínima.

En este escenario, lo único que va quedando es recurrir a las soluciones parche. El plan emergente, que consiste en la contratación de energía térmica offshore y en tierra, genera dudas.

Esto incluye la posibilidad de que se contraten barcazas de generación térmica, como lo intentó hacer el Gobierno de Guillermo Lasso y que generó duras críticas sobre los costos y las irregularidades de los procesos de contratación a última hora.

Rodríguez puntualizó que el escenario se puede repetir porque el tiempo cada vez es menor para el próximo estiaje y todavía nada arranca.

“La crisis eléctrica podría ser la principal piedra en el zapato de los afanes de reelección de Noboa. Volver a los apagones tiene costos económicos, sociales y políticos que el Ecuador, en un año de bajísimo crecimiento, no se puede permitir”, acotó.

El Gobierno de Noboa asegura que sí ha incorporado 145 Megavatios, lo que incluye unidades de Sopladora y de Álvaro Tinajero. En este mes de abril se anunció que entrarán otras unidades que están en proceso de recuperación.

Pero Rodríguez alerta que esto solo sirve para mantener los niveles de generación; pero no cubre la demanda creciente. (JS)

Sin electricidad, no despega la inversión

Ecuador necesita que más negocios, más industrias, más minas y más inversión se concreten para generar mayores niveles de empleo y de poder adquisitivo en su mercado interno.

Sin embargo, para que todo eso sea posible se necesita de un sistema eléctrico fiable, con costos adecuados y sin distorsiones.

Para tener ese sistema eléctrico, uno de los componentes principales es que la generación aumente al menos en 200 Megavatios al año.

Sin embargo, el aumento de la generación ha sido casi nulo en los últimos siete años.

Como analizó LA HORA, el Gobierno de Daniel Noboa vendió su ley de Competitividad Energética como la solución a todos los problemas; pero tiene puntos débiles y no destraba los principales problemas para la inversión

“Sin más electricidad, sin un sistema que cubra las necesidades crecientes tanto de personas como empresas, Ecuador seguirá a la cola del desarrollo y a trayendo niveles mínimos de Inversión Extranjera Directa (IED)”, recalcó Lorena Vaca, ingeniera eléctrica.

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