Discursos de Daniel Noboa se mueven entre la falta de transparencia y la estrategia comunicacional

MENSAJE. La falta de claridad podría ser parte de una estrategia para mantener abiertas las líneas con otros sectores del país. Foto: Presidencia
MENSAJE. La falta de claridad podría ser parte de una estrategia para mantener abiertas las líneas con otros sectores del país. Foto: Presidencia

Los especialistas en desarrollo del discurso político consultados por LA HORA advierten que el Gobierno ha dejado de segmentar sus mensajes sobre las necesidades de los ciudadanos y de dar prioridad a las audiencias.

El presidente de la República, Daniel Noboa, viene ejecutando una estrategia comunicacional importante en los territorios, siendo la principal figura en la campaña por el respaldo a la consulta popular del 21 de abril de 2024.

En sus mensajes, Noboa ha hecho un llamado importante a la sociedad a participar en el proceso comicial y ha reiterado que este mecanismo sentará las bases para un Ecuador más seguro y con mayores oportunidades.

También ha denunciado ataques a las políticas que adelanta su Gobierno, aunque no define a los autores, incluso ha calificado de traidores a quienes han solicitado medidas contra el país por la irrupción de las fuerzas de seguridad en la Embajada de México, sin precisar a los responsables de esa presunta traición.

Este Diario conversó con especialistas y conocedores en la construcción de discursos políticos y digitales, quienes llamaron la atención ante la falta de claridad y transparencia en la comunicación que muestra el presidente y el Gobierno.

¿Falta de transparencia o estrategia?

La académica y analista política Saudia Levoyer señaló que los discursos del presidente tienen diversos puntos de análisis, al igual que el objetivo que el Gobierno desea imprimir a sus mensajes.

En este sentido, advirtió que la falta de claridad en los discursos podría relacionarse a “una estrategia para no romper con todas las potenciales líneas donde puede obtener ciertos niveles de apoyo”.

Acotó que manejar la comunicación de un Gobierno sin claridad en el debate público, “genera mucha incertidumbre”.

La académica recordó que parte del “juego de la comunicación” que ejerce el Gobierno, incluso desde la campaña, ha sido dejar ciertos temas en el vacío para que se mantengan en discusión.

“Puede ser una forma de mantener el tema pendiente, en debate, puede ser también que el Presidente no quiera arriesgar, políticamente no le conviene arriesgar mucho, tomando en cuenta la cercanía de la consulta”, apreció.

Recordó que este ha sido el estilo característico de Noboa, incluso desde la campaña electoral. “No se sabe exactamente cuál es su plan de gobierno, hacia dónde está apuntando, porque nunca fue claro desde que fue candidato y tampoco como presidente”.

A juicio de Levoyer la falta de claridad en los discursos de  Noboa se genera por el poco conocimiento que tiene la ciudadanía ante la agenda política del Gobierno. “No conocemos el norte político que tiene este Gobierno, más allá de las cosas de seguridad, que es un poco lo que se ha hecho sobre la marcha”, dijo.

Ruido y audiencias

El docente y estratega de Content Manager Ecuador, Andrés Jaramillo, manifestó a LA HORA que dentro de la estrategia comunicacional, el Gobierno ha dejado de ejecutar acciones que le permitieron acercarse con efectividad al electorado en la campaña.

Añadió que uno de los problemas es que el Gobierno no ha sabido definir con claridad los objetivos de la comunicación, “¿qué busca?; ¿posicionar las acciones del Gobierno? o ¿posicionar la imagen de un presidente de mano dura?; ¿promover la consulta popular? o ¿denostar a sus oponentes?. Hasta ahora lo ha hecho todo y ese es el problema cuando no se prioriza, en lugar de comunicar lo que se provoca es ruido”.

Acotó que, a lo largo de las últimas semanas, los discursos presidenciales se han alejado de la estrategia que manejó durante la campaña electoral, alejándose de las audiencias que mantenía cercanas a él.

Jaramillo indicó que el presidente debe revisar sus audiencias y verificar cuáles son prioritarias y en qué medida a través de la comunicación efectiva puede llegar a ellas. “El Presidente hizo una comunicación activa en campaña segmentando mensajes en función de las necesidades de la gente, eso se perdió en el ejercicio del Gobierno”.

Adicionalmente recomendó al Gobierno “dejar a un lado ese positivismo tóxico”. Puntualizó que mostrar la entrega de una beca “como si fueran miles o resaltar las nuevas plazas de empleo como si ya se hubiera resuelto el problema”.

Jaramillo alertó que “los mensajes deben ser coherentes con la realidad o tendrán el efecto contrario”.

Desde su punto de vista, Noboa se ha quedado en un discurso más reactivo dentro de las coyunturas que se vienen presentado y debería presentar un “mensaje estratégico desarrollado por personas profesionales, que conozcan del sector público, que no sean un club de aduladores y que entiendan las nuevas lógicas de comunicación digital”. (ILS)

Aferrarse al discurso ‘anti nada’

La directora de Comunicación del Gabinete Estratégico Icare, Yadira Aguagallo, comentó a LA HORA que las ambigüedades en el discurso presidencial podrían obedecer a la necesidad de mantener coherencia a su mensaje de posesión presidencial en la que Noboa se catalogó como un ‘anti nada’.

Para Aguagallo, es fundamental mirar a los procesos de comunicación como oportunidades de desmitificación y posicionamiento. “En este caso, del Gobierno y de sus iniciativas”.

La analista puntualizó que estas ambigüedades en el manejo del discurso podría deberse a “tratar de aferrarse a uno de los atributos que viene desarrollando desde la campaña de 2023: que un actor que no busca confrontar”.

Recordó que el Mandatario, en la toma de posesión, “lo dijo en su discurso: soy un anti nada”.

Acotó que el peso de las circunstancias puede estar propiciando que “el Gobierno vea la necesidad de tener un antagonista, un actor sobre quien colocar el peso de la narrativa, más aún en medio de un proceso electoral”.

A su juicio, en la actualidad nos encontramos “frente a un entendimiento de la comunicación más desde el marketing digital que desde la estrategia, aquello no implica que la comunicación se vuelva aburrida o que no tomen en cuenta los nuevos formatos y las formas en las que las audiencias consumen información”.

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