La Cámara de Comercio de Quito decidió desvincularse del Comité Empresarial Ecuatoriano. Existen visiones enfrentadas sobre el país y sobre el Gobierno de Noboa. Esta es una muestra de un país sin proyecto de desarrollo conjunto, sin liderazgos claros, ni estrategia, advierte especialista.
“Desde febrero (2024), por primera vez en la historia del sector productivo ha habido diferencias profundas, de fondo y de forma, que nos han llevado a retirarnos del Comité Empresarial Ecuatoriano”.
Con esta declaración, hecha durante un desayuno con la prensa, Mónica Heller, presidenta de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), puso en evidencia la fractura profunda de los gremios empresariales del Ecuador en medio de la actual crisis económica, social y productiva.
Heller reconoció que la decisión fue “dolorosa y difícil”; pero necesaria porque la CCQ no comparte las visiones y las acciones de otros gremios del país.
La subida del IVA impulsó la ruptura empresarial
La presidenta de la CCQ aseguró que el gremio que representa “se comporta siempre a la altura de lo que el país necesita. Haciendo a veces sacrificios propios, como haber aprobado el incremento del IVA y otros impuestos que no nos gustan, pero que entendemos son necesarios”.
En este sentido, recalcó como irresponsable lo actuado por la Cámara de Comercio de Guayaquil y la Cámara de Industrias del Guayas que interpusieron una demanda de inconstitucionalidad (ya admitida a trámite por la Corte Constitucional) contra toda la ley que permitió la subida del IVA y creó impuestos temporales, entre otras medidas para conseguir más ingresos estatales y abrir las puertas de créditos de organismos multilaterales.
“Jamás hubiéramos boicoteado la posibilidad del desembolso de los multilaterales como han hecho algunas de las otras cámaras del país”, afirmó Heller.
Desde la CCQ se considera que “boicotear” la subida del IVA equivale a cerrar la posibilidad de financiar el gasto, el déficit fiscal y los atrasos, e incluso podría provocar una desdolarización forzosa.
“El país no puede confundirse de lo que realmente estaba en riesgo. Uno: la dolarización. Dos: quedar aislados de los multilaterales que son los únicos que aún nos apoyan. Tres: solventar un déficit inmenso que se dejó el año pasado”, apuntó Heller.
En su momento, Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, cuestionó que el “Gobierno de Daniel Noboa repita la fórmula de financiar a un Estado deficitario vía impuestos, mientras se sigue postergando el crecimiento económico”.
Desde ese gremio se propusieron medidas alternativas para financiar la crisis fiscal (controlar corrupción en compras públicas y subsidio a los combustibles, entre otros) y se cuestionó la forma ilegal e inconstitucional como se crearon los impuestos temporales.
LA HORA consultó a González y a la Cámara de Comercio de Guayaquil sobre las declaraciones últimas de Heller; pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
‘Nos dejaron solos en la consulta popular’
De acuerdo con Heller, la CCQ fue la única que se pronunció claramente sobre las preguntas económicas de la consulta popular.
E incluso llegó a decir que desde este gremio se hizo una “defensa feroz” de temas como el trabajo por horas y volvió a cuestionar la posición y el accionar de otros gremios empresariales.
“Se perdió la posibilidad de modernizar el esquema laboral. A mí me sorprende que haya quienes estén celebrando. Esto no es una ganancia; sino una pérdida brutal para el Ecuador”, puntualizó Heller.
Asimismo, dijo que el país no entendió lo que le preguntaron en el tema del arbitraje internacional.
“No hay inversión extranjera ni crecimiento de la infraestructura productiva. No hay por dónde dar empleo”, acotó la presidenta de la CCQ. (JS)
Sin consensos sobre el modelo de país
Para justificar la ruptura de la unión empresarial, Mónica Heller, presidenta de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), dijo: “sabemos que seríamos mejor como un sector productivo unido como un solo frente; pero hay cosas que no podíamos sacrificar”.
Sin embargo, de acuerdo con Carla Morillo, economista y socióloga, la actual disputa entre gremios productivos refleja la realidad de un país sin proyecto de desarrollo conjunto, sin liderazgos claros ni una estrategia sobre cómo destrabar el problema de la falta de empleo e inversión.
“Estamos ante una encrucijada en el país. Se necesitan consensos; pero se notan las disputas entre gremios. No tenemos un norte claro y en medio está un Estado que se ha convertido en un peso para la producción y un empleo adecuado que ha perdido continuamente espacio desde 2014”, aseveró Morrillo.
De acuerdo con Heller, actualmente no hay otra opción que apoyar de manera irrestricta al Gobierno de Noboa porque, desde su lectura, el triunfo de las nueve preguntas sobre seguridad en la consulta popular representa un claro mandato.
“Se ha logrado, por primera vez en muchos años, un frente común en algunos temas transversales de seguridad”, dijo la presidenta de la CCQ, quien además resaltó el apoyo de más del 87% a las Fuerzas Armadas.
Pero, en el más reciente programa de Políticamente Correcto, Abelardo Pachano, economista y exgerente del Banco Central, apuntó que la sociedad ecuatoriana en su conjunto está fracturada y no tiene un objetivo común; más allá de ciertas coincidencias circunstanciales.
“Cada parte de la sociedad busca alcanzar determinados objetivos; pero no tienen la capacidad de un diálogo concertador que lleve a la acumulación de decisiones que resuelvan los problemas fundamentales”, aseveró.