Tras la convocatoria para el 21 de abril del 2024 para la consulta popular y referéndum, distintos sectores de la sociedad ecuatoriana plantean sus acuerdos y desacuerdos con los temas que serán definidos por votación.
El presidente Daniel Noboa mantiene su agenda de cumplimiento de promesas electorales.
Con la activación y convocatoria de la consulta popular y referéndum, el mandatario ya puede señalar que cumplió otra de sus propuestas de campaña.
Desde el regreso de la democracia al Ecuador, en 1978, los ciudadanos han sido convocados a consultas en 13 oportunidades, incluyendo la recientemente organizada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el 21 de abril del 2024, que consta, por el momento, de 10 preguntas propuestas por el presidente Daniel Noboa.
Existe la posibilidad de que se incluya una pregunta más, como parte del mecanismo para la reforma de la Constitución para permitir a las Fuerzas Armadas actuar en el control de la seguridad, más allá de los decretos de estado de excepción.
La temática de la actual consulta y referéndum ha generado, desde su presentación a la Corte Constitucional, importantes cuestionamientos sobre su pertinencia y sobre los motivos que originan la convocatoria, pues para algunos sectores esta sería una herramienta para seguir manteniendo la imagen presidencial en un alto perfil, antes de dar inicio a la campaña electoral del 2025.
El debate que comienza a recorrer las calles de Ecuador es sobre la pertinencia o no de la consulta. Para sectores de la sociedad civil, los temas a consultar no generan cambios trascendentales en el país; mientras que para sectores sindicales y los movimientos sociales, las preguntas sobre el arbitraje internacional y el empleo a plazo fijo y por horas se convertiría en una regresión de los derechos ya conquistados por los trabajadores y la ciudadanía.
Contra la regresión
El presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), José Villavicencio, manifestó a LA HORA que la consulta propuesta por el presidente Daniel Noboa “no es necesaria” en los actuales momentos.
Añadió que los recursos que se deberán invertir para su realización pueden ser utilizados para el conflicto armado interno que libran las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional contra el crimen organizado y el narcotráfico.
Villavicencio destacó que “esos recursos que se quiere invertir en la consulta deberían servir para la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, o en el tema de enfrentar en algo la deuda social que mantiene el Ecuador con la ciudadanía, en educación y salud”.
Para el dirigente sindical, la actual consulta convocada para el 21 de abril de 2024 por el CNE, “lo que busca es una campaña anticipada del presidente Daniel Noboa”.
Destacó, además, el rechazo del FUT a las preguntas sobre el arbitraje internacional y la contratación de trabajadores por horas y a plazo fijo, señalando que estas acciones son una regresión contra los derechos ya conquistados por los trabajadores para obtener “empleos dignos”.
“Nosotros ratificamos el hecho de que no es correcto volver al trabajo por horas y al contrato a plazo fijo, porque obviamente esto no garantiza un ‘empleo digno’, ni tampoco la reactivación económica en nuestro país”, sentenció José Villavicencio.
Recordó que mientras estuvo en vigencia el contrato a plazo fijo, hasta el año 2015, en el país el 60% de los trabajadores bajo esta figura no tuvieron derecho a la contratación colectiva. “Las personas que eran contratadas por un año no tenían derecho a vacaciones, ni a los fondos de reserva. No es un contrato que garantiza estabilidad”.
Al ser consultado sobre cuál será la posición del FUT, Villavicencio dejó claro que “a la pregunta sobre el contrato a plazo fijo y el trabajo por horas, y la pregunta sobre el arbitraje internacional, nosotros diremos no”.
Una nueva oportunidad
Fausto Camacho, del colectivo Voces por la Democracia, indicó a LA HORA que si bien la consulta presentada no aporta soluciones fundamentales a la actual problemática que afecta a los ciudadanos, es una nueva oportunidad para la sociedad ecuatoriana para expresarse.
Ante la pregunta si la consulta podría llenar las expectativas ciudadanas de un cambio, Camacho puntualizó que “no la llena para nada. Hay una crisis institucional que está demostrada y hay que buscar cómo cambiarla. Pero es un tema que va más allá de la consulta, del sistema judicial o del sistema de partidos”.
Para Fausto Camacho, los problemas de Ecuador tienen como origen “el ejercicio de la ética en los cargos públicos, si los funcionarios hubiesen actuado al amparo de las actuales normas constitucionales, la crisis no sería la que es”.
Indicó que desde el colectivo Voces para la Democracia siguen abiertos a desarrollar un debate entre todos los sectores del país, con el objetivo de generar una agenda de cambio para mejorar el ejercicio de la política.
“Lo que nosotros le hemos propuesto al país es eso: cambiar la conducta de las personas, y esta cambia en la medida en que vaya aprendiendo de manera real a sujetarse a la norma, a la Constitución, a la ley, y no interpretarla en favor de un interés en particular”, dijo. (ILS)
Movimientos sociales en consulta
Dentro de los movimientos sociales e indígenas también se han mostrado renuentes a mostrar su apoyo a la consulta popular propuesta por el presidente Daniel Noboa, aunque por el momento no han presentado una posición definitiva al respecto.
En enero de 2024, durante una rueda de prensa, el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, mostró su rechazo a la consulta, considerándola innecesaria e indicando que todas las preguntas podrían ser resueltas a través de la Asamblea Nacional.
Por su parte, la directiva de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), se mantiene en consultas con las organizaciones de base para fijar una posición al respecto.
Fuentes cercanas a la organización explicaron a LA HORA que tras estos procesos se espera tomar una decisión de consenso, debido a que por el momento existen varios puntos de vista diferentes sobre la temática de la consulta y su pertinencia.
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