Carrillo: ‘Más cárceles no solucionan el problema del país, sino reestructurar la justicia’

Motines. Desde el 8 de enero de 2024, los presos tuvieron 178 guías penitenciarios y personal administrativo secuestrado.
Motines. Desde el 8 de enero de 2024, los presos tuvieron 178 guías penitenciarios y personal administrativo secuestrado.

Tras seis días de crisis, militares y policías ingresaron a las cárceles y liberaron a más de 150 rehenes. Esto reabre el debate sobre cómo tomar el total control del sistema penitenciario. El general en servicio pasivo, Patricio Carrillo, señala tres factores.

Luego de seis días de crisis en las cárceles del Ecuador, militares y policías ingresaron a los centros penitenciarios y liberaron a más de 150 rehenes.

El hecho reabre el debate sobre cómo tomar el total control del sistema carcelario que – según el Plan Fénix, del Gobierno de Daniel Noboa – contempla la construcción de nuevas cárceles y una reorganización de presos. Las dos acciones son, por ahora, ofertas.

El general en servicio pasivo Patricio Carrillo señala que para que los presos dejen de tener el control de los centros penitenciarios hay tres factores que se deben implementar.

P. ¿Más cárceles es la solución?

Lo primero que debe entender el Gobierno Nacional es que más cárceles no van a solucionar el problema del país. Se necesita una reestructuración del sistema de justicia que pasa por una planificación que mire todos los factores de riesgo que pueden existir en el manejo carcelario. También me parece que hay varios errores conceptuales.

P. ¿Cuál es el error de ofrecer más cárceles?

La infraestructura sin talento humano no funciona. No vemos que en el proyecto que se anuncia de construcción de cuatro centros penitenciarios esté la incorporación de agentes que deberían formarse desde ya. Claro, caso contrario sería una nueva utilización de personal de Policía y de Fuerzas Armadas, lo cual es antagónico a los términos doctrinarios que manda la comisión de los derechos humanos.

P. Entonces, ¿cómo solucionar la crisis carcelaria?

Hay una deficiencia en la parte técnica al no entender cuáles son los procesos de administración de un centro penitenciario. Y son al menos tres procesos que deben cuidarse, como la seguridad física. Para construir una cárcel como la de El Salvador, los empresarios simplemente van a poner la tecnología que el país (Ecuador) pueda pagar. La seguridad física representa que el centro esté en un lugar aislado.

Además, que tenga doble cerco de seguridad, que los accesos sean limitados y que las celdas tengan determinadas características antivandálicas; que cuenten con circuitos de vigilancia con accesos controlados para evitar objetos prohibidos.

P. ¿Pero es la seguridad física el principal factor?

En términos amplios, la seguridad física no es el mayor problema que tiene el Ecuador y ahí vienen los otros dos factores.

El principal problema es la seguridad procedimental, es decir, procedimientos que se realizan para ubicación de privados de libertad; traslados de privados de libertad; colocación en las celdas; régimen disciplinario; beneficios penitenciarios; visitas y la entrega de lo que ingresa, como la alimentación o medicina.

Esos son los protocolos procedimentales que están anulados, donde al perderse el Estado de derecho y el sistema de Justicia inexistente, en el país ha provocado y ha generado una fortaleza en los grupos criminales, especialmente en los capos, y una debilidad para los funcionarios.

P. En cuanto a la inteligencia policial y militar, ¿qué se debe hacer?

Ese es el tercer factor: la seguridad dinámica, que es entender conceptualmente lo que sucede en los centros penitenciarios.

Saber quienes son las personas con las que se relacionan al interior y al exterior, es justamente la inteligencia penitenciaria, es entender la dinámica interna y de todos aquellos que confluyen en el centro penitenciario: abogados defensores, agentes penitenciarios, policías, todos los que entran y salen de ahí.

P. Y con el fallido intento de inhibir la señal, ¿qué se hace?

Se cree que poniendo inhibidores en las celdas o en las cárceles no van a poder comunicarse los traficantes, con los negocios que tienen afuera, pero muchas veces es mejor controlar la información; es decir, que el Estado tenga capacidad de escuchar todo.

P. ¿Y es legal escuchar las conversaciones de los presos?

Eso justamente se necesita, leyes especiales que den esas capacidades legales a las instituciones. Pero únicamente se ha generado proteccionismo al interior, para los grupos y las organizaciones criminales. Ojalá algún momento se entienda que es parte de la rehabilitación social que los presos interactúen desde el centro penitenciario, pero con control del Estado, con absoluto control del Estado sobre las visitas, control sobre la conversaciones del celular, conversaciones con los abogados, para así entender qué pasa al interior y comprender el afuera.

Ecuador debe implementar agentes especiales de inteligencia infiltrados en los centros penitenciarios, pero a los que el Estado les garantice una doble identidad, seguridad y no ponerles como carne de cañón.

Se cree que poniendo inhibidores en las celdas o en las cárceles, no van a poder comunicarse los traficantes con los negocios que tienen afuera. Pero muchas veces es mejor controlar la información, es decir, que el Estado tenga capacidad de escuchar todo”.

Gral. Patricio Carrillo, exministro del Interior.