Veinte años de mediación

Jaime Vintimilla

El procedimiento voluntario denominado mediación no solamente es un tipo efectivo de solución alternativa de conflictos sino que constituye un mecanismo flexible y confidencial en el cual una persona neutral y profesional asiste de forma activa a las partes enfrentadas procurando la búsqueda de un acuerdo negociado que permite terminar una diferencia gracias al protagonismo de los mismos disputantes.

Durante la vigencia de la Ley de Arbitraje y Mediación se ha observado un desarrollo bastante prometedor de la figura avenidora, pues ha operado en el país desde el 4 de septiembre de 1997 un enorme avance que ha permitido una evolución que transformó a la figura de ser una herramienta señera de un proceso de descongestión judicial en un sistema autónomo de administración de justicia que ha ganado bastante confianza entre los usuarios.

De forma complementaria y al referirse a la facultad dispositiva de las partes, ha primado el denominado principio de clausura que hace referencia a la libertad de hacer lo que la ley no prohíbe, o sea, todo lo que no está prohibido se encuentra permitido. En ese sentido, la Constitución ecuatoriana establece, dentro de los derechos de libertad, que ninguna persona pueda ser obligada a hacer algo prohibido o a dejar de hacer algo no prohibido por la ley.

En consecuencia, para trascender las salidas normativas y darle preponderancia a la voluntad de los ciudadanos, la mediación potencia la creatividad, la asertividad y la coexistencia armónica, acudiendo, de este modo, a los procedimientos judiciales solamente para ventilar aquellos casos que son estrictamente necesarios, pues más vale un arreglo a la medida que un juicio innecesario.

En veinte años de su aplicación, la mediación ha mostrado con creces ser un instrumento que ayuda al cumplimiento eficaz tanto del acceso a justicia, pues al hablar de justicia nos referimos a aquel valor que puede ser construido directamente por las partes sin la necesaria intervención de un juez o tercero que adjudica una solución obligatoria.

La mediación ha marcado un cambio en la forma de resolver las diferencias. Felicidades por esas dos décadas.

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