Somos lo que somos

Fabián Cueva Jiménez

En Ecuador el sistema educativo retrocedió en la última década. Tanto que, los propios “revolucionarios del correato”, hoy altos funcionarios de la educación, hablan de desmontar un modelo perjudicial repleto de propaganda.

Deben estar finalizadas las encuestas de ‘Factores asociados al aprendizaje’, del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, sobre logros educativos: en lectura, matemática, ciencias, sociales y los elementos que inciden en la calidad de aprendizajes. Tema importante, si pensamos que donde hay vida hay aprendizaje, si hay aprendizaje hay inteligencia y con ella, progreso.

Si el propósito humano mediante la educación es ampliar el horizonte vital, superando la transmisión biogenética, meditemos que son en las experiencias sociales de la familia y la escuela, donde se forjan los aprendizajes y eso nos corresponde a todos. Esperemos que los resultados sean transparentes y sin demagogia; que sirvan para establecer políticas reales y que las condiciones: cognitivas, motivacionales, socio-ambientales, económicas, institucionales e instruccionales mejoren.

Políticas lejanas a fórmulas mágicas, verdaderas para la solución de problemas para el 72% de ecuatorianos de clase media y 15% de clase baja, sectores afectados con el pleno empleo que cayó, la informalidad que aumentó, la desnutrición que se acrecentó y la pobreza que se mantuvo.

La investigación debe servir para diagnosticar las condiciones reales de vivienda, organización familiar, sustento económico, trabajo, nivel de estudios y satisfacción con la escuela. De las autoridades y profesores: preparación, capacitación, conocimiento del estrato social en que laboran. De los estudiantes: clima de tranquilidad, atención con metodologías y recursos didácticos. Somos lo que somos por lo que aprendemos.

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