La Declaración de Chapultepec reza que “Ningún medio de comunicación o periodista debe ser sancionado por difundir la verdad o formular críticas o denuncias contra el poder público.” El discurso correísta dice dialogar mientras ataca el derecho a ejercer la crítica al poder. Las sanciones gubernamentales contra Diario La Hora son una lección de escarmiento. El tirano o el machista no tolera las críticas: quiere sumisión y silencio y culpa o desdibuja al otro para auto-justificarse. Hace algunos años, el académico Rafael Correa, miembro del grupo Ecuador Alternativo, hacía duras observaciones en algunas radios quiteñas ¿Habría estado de acuerdo esa voz crítica con que se sancionara al medio que acogía su opinión?
Muchas leyes, como las enmiendas constitucionales, son antidemocráticas, por eso es paradójico el titular de la rectificación gubernamental que se pidió publicar a La Hora: ‘¿Cómo se puede hablar de una indefensión jurídica ante una Ley vigente?’. El maestro periodista Miguel Ángel Bastenier sostiene que “negar avisos, créditos, acceso normalizado al público” es parte del ahogo que han sufrido algunos diarios latinoamericanos a pesar de su espíritu crítico e independencia. La publicidad oficial actual, que pagamos todos, se ha dirigido a los medios oficiales. Parece que la actual inquisición comunicacional reedita las escenas de sus aplaudidores ante sus azotados en la plaza pública. Quito bien sabe lo que es la retaliación vengativa a sus luchas libertarias.
Lo sabe por Eugenio Espejo, los mártires del 2 de Agosto de 1810, los periodistas del Quiteño Libre asesinados por el dictador Flores. La crítica social del país entero hace resistencia legítima. El digno pueblo Saraguro sabe de represión y escarmiento y tiene la suerte de tener el acompañamiento de su Alcaldía. En Quito, en cambio, se avizora un autogol municipal. La ciudad quedará sobre-endeudada con el Metro tan cuestionado técnicamente y el correísmo culpará a Quito y de los escenarios económicos aciagos. No son solo los volcanes los que nos tienen en alerta.