Que Ecuador no pierda el norte

La ‘guerra’ contra el narcotráfico y sus fenómenos conexos ha gatillado un genocidio en América Latina desde los 80’. Mirar para otro lado, añorando falsas islas de paz, tampoco es opción. Por ello, el ataque terrorista que sufrió Esmeraldas obliga al país a encarar una realidad que reclama un pacto nacional y una respuesta global.

Las dinámicas del crimen organizado corroen comunidades social y económicamente deprimidas y aprovechan instituciones éticamente porosas hasta secuestrar a un Estado. Ecuador ha hecho importantes esfuerzos para evitar ese horizonte. Por ello, junto a las permanentes acciones de interdicción y decomiso de drogas son urgentes respuestas paralelas.

Asegurar modelos de desarrollo preventivo en zonas sensibles como las fronteras blinda a la sociedad ante la penetración del crimen global. Y en este punto cabe repensar la posibilidad de nuevos marcos de cooperación internacional, sin que esto suponga ni la presencia de bases extranjeras ni la militarización de territorios.

Asimismo, es urgente consolidar marcos normativos que permitan una efectiva extinción de dominio de los recursos con los cuales los conglomerados delincuenciales crecen en regiones vulnerables, en las que, junto a la droga, se activan la trata de personas, el tráfico de armas, el lavado de activos…

El ataque en San Lorenzo motiva a Ecuador a actuar con cabeza fría para reconocer que estas lógicas criminales ya no vienen de fuera y que aquí los microcarteles no solo se dedican al almacenamiento o tránsito de la droga. Un país unido será la mejor defensa.


Ser bueno es fácil; lo difícil es ser justo”. Victor Hugo. Novelista francés (1802-1885)Es preciso preferir la soberanía de la ley a la de uno de los ciudadanos”. Aristóteles. Filósofo griego (384 AC-322 AC)