El tiempo se les acaba

Se acaba el tiempo, el lunes próximo la Fiscalía General del Estado deberá concluir su trabajo de investigación en el caso Odebrecht, luego les tocará a los jueces tomar cartas en el asunto. Ha sido un proceso largo, accidentado, plagado de sombras, con ramificaciones insospechadas, con muchos implicados, con abundante información y testimonios en los medios de comunicación independientes y oficiales.

Más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía”. Simón Bolívar Militar y político venezolano (1783-1830)

Este caso se ha vuelto paradigmático de lo que es o podría ser en lo adelante la Función Judicial. Pone a prueba el principio constitucional de que todos los ciudadanos somos iguales ante la Ley. Lo que venga en lo adelante, luego de la acusación fiscal, podría desilusionarnos a todos o hacer renacer la confianza de que el nuestro es, por fin, un país donde la decencia prevalece y la esperanza de días mejores es cierta.

Sabemos que la realidad en el campo jurídico en Ecuador es estructuralmente imperfecta, pero al mismo tiempo no nos conformamos con este estado de cosas. El caso Odebrecht es un parteaguas en el sistema democrático ecuatoriano. Nada después que termine será igual. Ahora no se decide solo el destino de los procesados, sino el futuro mismo de la sociedad y su justicia.

Uno no debe nunca consentir arrastrarse cuando siente el impulso de volar”. Helen Keller Escritora estadounidense (1880-1968)

Desgraciadamente, la justicia entre nosotros ha funcionado como los mercados: ha ganado siempre el mejor postor, el mundo de los sinvergüenzas ha permanecido intacto, la culpa ha sido de otros y el ‘lustre moral’ de los ladrones ha quedado asegurado. Cada día que pasa tenemos la impresión de que la Justicia, como el horizonte, se aleja a medida que avanzamos en el camino de su concreción.