El ejemplo de Guatemala

El expresidente de Guatemala Álvaro Colom -quien gobernó entre 2008 y 2012- fue detenido el martes pasado por un caso de corrupción en el transporte público junto a nueve miembros de su gabinete.

Colom, de 66 años, fue capturado bajo los cargos de fraude y peculado. No importó que hubiera gobernado el país, ni hubo inmunidad ni escolta alguna que lo protegiera.

La fiscal general, Thelma Aldana, dijo que el exmandatario y su equipo de Gobierno están involucrados en la adjudicación anómala de 35 millones de dólares para el sistema de cobro prepago en un proyecto de autobuses. El asunto es que los exfuncionarios se ‘saltaron’ varios procedimientos y estudios legales para favorecer a empresarios agrupados en una asociación para “engañar a la administración pública”, según la Fiscal, en una cuestionada compra de 3.500 vehículos, de los que llegaron 400 y actualmente funcionan 50.

Hay que recordar que hace tres años también fue detenido otro expresidente: Otto Pérez Molina (2012-2015), por un escándalo de fraude en las Aduanas y que el actual jefe de Estado, Jimmy Morales, igualmente ha sido señalado por financiamientos irregulares en su campaña.

Como están las cosas, entonces, la nación centroamericana ha dado un ejemplo con la acción tomada. Está ofreciendo una lección de justicia para varios Estados latinoamericanos que no se atreven a juzgar a sus expresidentes u otros altos funcionarios o les otorgan rebajas y privilegios, a pesar de saber con certeza que han robado y estar implicados en actos de corrupción.


La conciencia no es más que una palabra que emplean los cobardes para atemorizar a los valientes. William Shakespeare, (1564-1616) Poeta y dramaturgo inglés.La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos. Platón, (427 AC-347 AC) Filósofo griego.