¿Comienza la sacudida?

La política de austeridad que fuera anunciada por el presidente Lenín Moreno dio un primer paso con el Decreto Ejecutivo No. 135, que establece nuevas normativas para utilizar adecuadamente los egresos del Estado. No se trata de una reducción del hipertrofiado aparato estatal heredado del correísmo, pero se comienza a sacudirlo de procederes y añadidos que lastran su funcionamiento y autoridad moral.

Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego”. Proverbio árabe

A partir de ahora se racionaliza el pago de horas extras a los funcionarios, se eliminan los puestos vacantes, se regula la publicidad y se equiparan los sueldos en las empresas públicas con los del aparato gubernamental. El Decreto fija un recorte salarial del 10% a los empleados del nivel jerárquico superior desde el grado dos, excepto los de la salud, la educación, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y la Comisión de Tránsito.

Queda eliminado el pago por eficiencia y se prohíbe contratar personal extra y la compra de vehículos de alta gama. Además se regulan a los gastos en bienes y servicios, viajes al exterior, movilización interna, empleo de sirenas y balizas en vehículos oficiales y hasta el de teléfonos celulares.

Quien me insulta siempre, no me ofende jamás”. Victor Hugo Novelista francés (1802-1885)

En definitiva, el Decreto echa más luz sobre arbitrariedades y dispendios con los que operaron aquellos que nos dejaron la cínica ‘mesa servida’. El Decreto devela, en principio, la existencia de una política clientelar del correísmo que tenía como objetivo estratégico garantizar apoyo popular, y votación en elecciones y consultas populares, a favor del partido oficial utilizando recursos del Estado.