Los celos

Amable Ayora Fernández

Al prologar la presente temática de análisis interdisciplinar, mi propósito es continuar destacando la necesidad de acercar la psicología al desarrollo de los seres humanos, procurando que el lector frente a un problema psicológico encuentre la deseada solución como base de su bienestar emocional, personal y social.

El gran diccionario de psicología, (1996), define a los celos: “Sentimiento provocado por el temor a ser engañado por el ser amado, y, a veces, por la creencia de que éste último prefiere a otra persona”. Si bien los celos se manifiestan fundamentalmente en las relaciones de pareja, se expresan también entre hermanos, entre compañeros de clase, etc.

El psicólogo Bernabé Tierno, (1992), de la Universidad Complutense de Madrid, expresa que la persona celosa actúa en cuanto a su comportamiento motivada por la desconfianza, no tiene el deseo de salir con otras personas, se siente mal cuando su pareja decide salir con sus amigos, el estado de vigilancia es continuo; siendo frecuente que el celoso termine en llanto ante estos pensamientos que le crean inseguridad y falta de confianza en sí mismo.

Investigaciones realizadas a largo plazo sobre los celos mórbidos constataron que casi un tercio de los pacientes presentaban perturbaciones psicóticas, como por ejemplo, el deliro paranoico, o a veces esquizofrénico; la mitad presentaban perturbaciones neuróticas y de la personalidad; el resto perturbaciones orgánicas, o alcoholismo, entre los factores de incidencia en la prevalencia de los celos constan por ej.: el grado de implicación, el medio cultural, nivel de autoestima baja, el sexo, etc.

En relación al tratamiento psicológico, tanto la terapia marital conyugal (TMC), y las terapias de modificación de conducta son eficaces, por lo que el psicoterapeuta debe evaluar el estilo comunicacional de la pareja entre otros aspectos. (O)