Choque de trenes

La actual coyuntura política sumerge al Perú en un nuevo período de inestabilidad. La decisión del presidente Martín Vizcarra de disolver el Congreso Nacional, si bien fue celebrada en las calles, de inmediato fue replicada por sus opositores, quienes lo suspendieron “temporalmente” acusándolo de haber dado un golpe de Estado.

Pero no es una circunstancia nueva: La tensión entre el Presidente y el Congreso se remonta a 2016 cuando Fuerza Popular, el partido fujimorista, logró la mayoría parlamentaria. Con la llegada de Vizcarra al poder, ante la renuncia de Kuczynski envuelto en la corrupción de Odebrecht, la tensión se recrudeció pues el nuevo mandatario acusó al fujimorismo de cooptar el Tribunal Constitucional e impulsó reformas anticorrupción en un contexto en que su líder Keiko Fujimori, hoy encarcelada, era acusada de lavado de activos.
Al final, Vizcarra se afianzó, apoyado por la cúpula militar, gobernadores y alcaldes, pese al rechazo del propio legislativo, dominado por fujimoristas y apristas.

El problema en sí radica en que muchos parlamentarios tienen abiertas causas penales en su contra, No obstante, estos procesos se encuentran detenidos, porque los investigados gozan de inmunidad, un privilegio que perderán cuando termine el periodo constitucional y tengan que responder ante la justicia.

Con un Congreso disuelto que, a su vez, suspende al Presidente en funciones, se anticipan para el Perú verdaderos días de incertidumbre. Digamos que bien puede estar ya en la antesala del desastre.


En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber”. William Shakespeare Escritor británico (1564-1616)

El primer paso de la ignorancia es presumir de saber”. Baltasar Gracián Escritor español (1601-1658)