Cartas al Director.

Unidos por una justicia independiente

Grandes expectativas surgieron en la mente de hombres y mujeres perseguidos por pensar diferente al gobierno en los colegios de abogados, organizaciones de trabajadores y los movimientos sociales, luego de la designación del Consejo de la Judicatura transitorio, por parte del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), presidido por Julio César Trujillo. Pero pronto aparecieron las pugnas internas producto del germen de la corrupción, fenómeno que desvaneció las expectativas y ahora la desconfianza ocupa su lugar.

Por las pugnas en mención en el seno del Consejo de la Judicatura transitorio no pudieron elaborar el proyecto que el pueblo esperaba para limpiar las manchas dejadas por el correísmo en el seno de la Función Judicial.

En esas condiciones, el mencionado organismo transitorio, no garantiza eficiencia ni pulcritud en el gobierno, la administración, la vigilancia y la disciplina que le compete por mandato constitucional, tampoco en las atribuciones de evaluación.

En estas condiciones, el Cpccs, el 26 de septiembre, después de haber limitado sus atribuciones, devolvió al Consejo de la Judicatura transitorio la facultad de sancionar a funcionarios judiciales, con lo que, los grupos tramposos incrustados en la Función Judicial durante del correísmo son los favorecidos.

Como el pueblo ecuatoriano sueña con justicia independiente, sin injerencia política, apoyamos la tesis de diseñar una nueva reforma estructural para eliminar lo corrupto, con la participación de universidades, colegios de abogados, organizaciones sociales y populares, organizaciones de los derechos humanos, etc. y, en medio de un debate sereno, amplio y profundo de la administración de justicia, encontrar los mecanismos para eliminar lo malo y construir como alternativa una estructura diferente. (O)

Miguel Severo Andrade Orellana

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