Caen plazas correístas, pero…

Hay expresidentes que, tras sus mandatos, se dedican a leer académicamente el país que gobernaron. Otros buscan el silencio de sus consultorios o sus bibliotecas. Rafael Correa es la excepción. El expresidente dejó las comodidades de su ático en Bruselas para volver e inmolarse políticamente.

Sus concentraciones no fueron ni la sombra de aquellas multitudes que se activaban gracias a un uso ilegal de la maquinaria estatal. Y de sus intervenciones mediáticas surgió una cantera de incongruencias que retratan a un personaje desde ya descolocado, ante la posibilidad de que alguien pidiese cuentas de su responsabilidad política frente a varios pasajes opacos de su década en el poder.

En este paisaje, el correísmo va perdiendo plazas. Cayó prácticamente su movimiento y le quedan apenas 23 asambleístas leales y algunas directivas provinciales. Cayó también la posibilidad de ejercer presión sobre instituciones clave con tal de bloquear la consulta. Cayó, por ello, su pulsión por volver a detentar el poder en 2021. Falta ahora terminar de desmantelar la fábrica propagandística que aún humea en ciertas dependencias.

Pero no hay desmontaje que valga si nadie recoge el guante y recupera la iniciativa para encarar de frente, no en zig-zag, la reinstitucionalización de Ecuador. El presidente Lenín Moreno, tras la dilación y el silencio de la Corte Constitucional, gana apenas una bocanada de oxígeno para pasar el susto de semanas en que cada vez más sectores ciudadanos piden certezas y rechazan, por ejemplo, que la deuda se convierta en nuestro ‘nuevo petróleo’.


El lenguaje de la verdad debe ser, sin duda alguna, simple y sin artificios”. Séneca. Filósofo latino (2 AC-65)Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre”. Albert Einstein. Científico alemán (1879-1955)