Una profunda crisis económica y social es la que se vive al interior de los mercados del centro Ambato, así lo catalogan comerciantes que aseguran ‘comerse la camisa’.
Si antes de la emergencia sanitaria los mercados como el Central, Modelo, Colón, ya no contaban con la afluencia de clientes, hoy la situación es mucho más compleja.
Realidad
Desde tempranas horas de la mañana el movimiento en los puestos de comida es evidente en el mercado Central. Las licuadoras se encienden, las llamas de las cocinas flamean mientras las ‘chefs’ preparan cuidadosamente los ingredientes para los tradicionales platos típicos.
A pesar de la situación se llenan de optimismo y esperan puedan vender por lo menos para salvar el día, sin embargo, se acerca las 14:00 y los clientes nunca llegaron.
Las lágrimas son incontenibles para Silvia Gavilánez, quien asegura que es parte de la tercera generación de comerciantes de comida en el mercado Central y nunca había vivido una crisis tan fuerte, desesperante y sin apoyo como la que se evidencia en la actualidad.
Según la comerciante ella prepara muy poco a lo que solía cocinar antes de la pandemia, pero las ventas no llegan ni al 15%.
“Uno de los razones más fuertes es que los clientes no quieren entrar por el desorden y la inseguridad que generan la infinidad de comerciantes informales que se ubican alrededor de los mercados”, aseguró al tiempo de manifestar su inconformidad con las autoridades, puesto que asegura que no se ha hecho nada para cambiar esta realidad.
Para la comerciante falta mano dura para poder retirar a los informales de las calles, pues “ellos ya ganaron la batalla y si seguimos así no nos queda más que sumarnos a la informalidad. Saldremos con nuestras cocinas a vender en la calle”, dijo.
Ventas bajas
Criterio similar es el que comparte Teresa, comerciante del mercado Modelo, quien comentó que a las afueras de este mercado ya se puede ver la venta de comida. “Es una verdadera plaza ambulante donde se vende de todo, incluso comida preparada lo cual está terminando de liquidar a los comerciantes formales”, aseguró.
En el Centro Comercial Colón, de un amplio patio de comidas, apenas dos vendedoras sobreviven a la situación.
Mery Naveda, es una de ellas quien aseguró que están de mal en peor y que lamentablemente se sienten desprotegidas, que no hay apoyo de las autoridades y peor aún la colaboración de la ciudadanía.
“Ahora se vende de todo en las calles, en garajes, en zaguanes, en todo lado y a ellos no les piden nada, mientras que a nosotros nos exigen y controlan todos los días y no vendemos absolutamente nada”, aseguró.
Otras causas
Para Luis Corrales, presidente de los comerciantes de la planta baja del mercado Modelo, la situación de los mercados es crítica, ya que muchos comerciantes ya han decidido devolver los puestos de trabajo, incluso algunos ya engrosan las filas del informalismo.
“Pero una de las razones para que esto suceda es también responsabilidad de la ciudadanía, pues prefieren comprar en la calle antes que ingresar a los mercados donde se atiende con todas las medidas de bioseguridad, aseo e higiene que los clientes se merecen”, dijo.
Autoridad
Se pidió una respuesta oficial a la Municipalidad de Ambato sobre este tema, sin embargo, hasta el cierre de la edición no se contó con este pronunciamiento, mientras que extraoficialmente se conoció que se cambió de director de Servicios Públicos y que se encuentra analizando la situación para poder responder inquietudes. (FCT)