Niños son víctimas de explotación

REALIDAD. Muchas personas con sus hijos en brazos piden dinero en los semáforos.
REALIDAD. Muchas personas con sus hijos en brazos piden dinero en los semáforos.

Las esquinas de los semáforos, los parterres, las veredas del norte, el sur y el centro de Ambato están repletas de niños que son explotados laboralmente por sus padres.

Incluso se podría decir que forman parte de mafias que los utilizan para beneficios económicos y los ponen en situaciones de riesgo, así lo dijo Kléver Peñaherrera, secretario ejecutivo del Consejo Cantonal para la Protección de Derechos del Municipio de Ambato.

Hasta mediados de julio las estadísticas revelaban que habían 134 niños en las calles, “desde esa fecha hasta ahora la mendicidad aumentó terriblemente por la situación socioeconómica que tenemos, yo estimo que el número se ha duplicado”, agregó Peñaherrera.

Desde que inició la pandemia los esfuerzos por frenar esta situación no han parado. En julio se inauguró una casa de asistencia donde los niños y adolescentes pueden permanecer la mañana y la tarde mientras sus padres trabajan.

Reciben el desayuno, un refrigerio y el almuerzo, además, atención médica.

Realidad

Hasta ahora asisten 75 niños, sin embargo, hay padres que no aceptaron el cupo e insisten con tener a sus hijos en las calles sin importarles los riesgos a los que están expuestos.

“Este problema es multidimensional, hay diferentes causas que generan el trabajo infantil pero los niños que continúan en las calles son el reflejo de padres irresponsables que están sobrepasando la barrera de la necesidad, velando solo por sus intereses económicos y vulnerando los derechos de los menores”, dijo el capitán Luis Morales Guevara, jefe provincial de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen).

Hasta el momento se emitieron 140 medidas de protección donde se prohíbe que los padres exploten laboralmente a los niños. Aún no hay sancionados, pero se está siguiendo un proceso.

Testimonios

Henry es de Venezuela, tiene cuatro hijos, llegó con su familia a Ecuador hace ocho meses.

Al principio hizo algunos trabajos como albañil, pero la persona que lo contrató nunca le pagó. Ahora durante la pandemia, junto a su esposa venden fundas de basura en los semáforos de la avenida Atahualpa. A ellos los acompañan sus hijos.

De todos los niños atendidos en la casa de acogida el 98% están en situación de movilidad y solo el 2% son ecuatorianos.

No ser cómplices

Peñaherrera recalcó que comprar a los niños en las calles es apoyar un círculo donde los menores están siendo violentados. “No podemos ser cómplices, debemos abstenernos de entregar donaciones y no dejarnos manipular por los padres que tienen a los niños pidiendo ayuda”, mencionó.

Cuando hay niños en las calles se puede denunciar con una foto y la dirección, en las oficinas de la Junta de Protección de Derechos (Manuela Sáenz y Quis Quis), en la Dinapen (Quis Quis y Atahualpa) o al correo: [email protected].

Sanciones

El artículo 108 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) dice que “la persona que facilite, colabore, promueva o se beneficie al someter a mendicidad a otra persona, será sancionada con pena privativa de libertad de 10 a 13 años”. (APQ)

EL DATO
El Centro de Alojamiento Temporal se ubica en un espacio de la Unidad Educativa Pedro Fermín Cevallos en el centro de Ambato.