Retocar al Niño Dios, un arte que se incrementa en Navidad

Retocar al Niño Dios, un arte  que se incrementa en Navidad
Labor. Los talleres de retoque de imágenes son populares en esta época.

Como si se tratara de una verdadera clínica, los talleres de artesanos del Centro Comercial Artesanal, atienden a sus pacientes, hechos de madera, porcelana, yeso o fibra de vidrio.


Entre pinceles, yeso, pintura y más herramientas Inés Heredia, artesana, cuida cada detalle para conseguir una restauración perfecta del Niño Dios.


A decir de la artesana desde que era niña aprendió este oficio el mismo que se lo realizaba en la Medalla Milagrosa, además con este trabajo su madre sacó adelante a toda la familia.


Daños
Varios son los desperfectos que sufren las imágenes ya sea por el tiempo o por el descuido, asegura, pero lo más común es la reparación de las manos.


Los niños Dios y demás personajes del nacimiento llegan como a emergencia, con nariz, dedos, piernas y brazos rotos o descoloridos, pero con la seguridad de que artesanos como Inés vuelvan a la ‘vida’ a estas figuras.


En el pequeño taller donde el olor a pintura se confunde con el aroma a Navidad, las hábiles manos de Inés cuidan cada detalle ya sea para brindar el tono justo de color o para que no quede rastro del desperfecto.


“Cuando se trata de restaurar el rostro, el trabajo requiere más dedicación», explicó la artesana mientras acomodaba los niños que ya estaban listos para dar cabida a los que siguen llegando.


“Hay que hacerlo con mucho cuidado, tener paciencia y agarrar al Niño como si fuera el pétalo de una rosa, porque si se lo agarra fuerte se puede romper en otro lado”, detalló.

Valor sentimental
Al igual que Inés varios artesanos atienden en el mercado Artesanal donde además se puede encontrar luces, árboles y una infinidad de vestimentas para las imágenes.


Alicia Chico, es otra de las artesanas, quien aseguró que varias personas prefieren restaurar a sus ‘niñitos’ ya sea por la fe o por el valor sentimental que ellos representan. “Hay veces que a pesar de que el Niño Dios ya está bastante deteriorado sus dueños prefieren restaurarlo y no comprar un nuevo, ya que representa algo muy significativo para ellos”, dijo.


Carmen Garcés, oriunda de Pelileo, llegó con su Niño Dios en brazos puesto que por accidente se cayó y se rompió una mano y aunque aseguró que podría comprar otro, esta figura no la cambiaría porque es una regalo que su abuelita le dejó.


Con mucha alegría Carmen aseguró que confía mucho en los artesanos, ya que no es la primera vez que los visita y siempre sale satisfecha del trabajo realizado aquí. (FCT)