Hoy se celebra el Día del Padre y muchos de ellos no frenan sus labores.
El Día del Padre es una celebración tradicional en las familias ecuatorianas, quienes por característica suelen preparar algún tipo de festejo especial para el rey de la casa, sin embargo, no todos lo que tienen la dicha de tener un hijo se pueden dar la oportunidad de participar de los festejos.
Ser el sustento único de sus respectivos hogares y desempeñarse dentro de una institución de orden público, son dos de las principales causas que ocasionan que varios padres pasen su día en medio del cumplimiento de sus labores.
Testimonios
Carlos Preciado es miembro de la Policía Nacional y hoy deberá trabajar en bien de la seguridad ciudadana. Confiesa que su profesión es dura y muchas veces se cohíben de compartir momentos especiales en compañía de la familia por cumplir con el juramento que hizo al graduarse “es duro, más que todo la ilusión vana de mis hijos por no pasar con su papá, pero ya habrá tiempo y festejaremos”, acotó.
Leonardo Palacios hace 23 años se dedica al comercio y eso ha significado que se ausente de los festejos en fechas especiales, pues a decir de él es cuando suben las ventas. En su hogar ha procreado un hijo, el mismo que hoy deberá esperar hasta la noche para poder ver y abrazar a su progenitor por celebrarse su onomástico “en la vida hay sacrificios y este es uno de ellos. Anhelo acabar pronto la venta y acudir a casa a compartir con mi familia”, manifestó.
El deporte también es trabajo, así lo asegura Carlos Santillán, árbitro profesional, que hoy se celebra vestido de corto y en una cancha con jugadores de fútbol “mi profesión me obliga. Tengo un hijo que también hace lo mismo que yo, pero vamos a acomodar la agenda para en la noche tratar de comer juntos con la familia”, señaló mientras se alistaba para entrar a dirigir. (JD)
“Mí día será en las canchas, pero el amor de mi familia siempre me acompaña”.
Carlos Santillán
Árbitro
Movimiento
El sector comercial en Santo Domingo experimentó un incremento de ventas, ya que muchas personas destinaron una cierta cantidad económica para adquirir un detalle y poder entregarse a su padre o esposo.