La tradición del Niño Dios sigue latente

Tradición. Los locales son visitados por decenas de fieles que buscan vestir o restaurar al Niño Dios.
Tradición. Los locales son visitados por decenas de fieles que buscan vestir o restaurar al Niño Dios.

Con un Niño Dios envuelto en un pañuelo llegó presurosa Ester Mosquera, de 64 años, hasta el centro de Ambato en busca de los restauradores de imágenes.

«Hoy más que nunca se necesita volver los ojos a la fe, por la esperanza y el consuelo», dijo la mujer, quien aseguró que a pesar de que la crisis le ha dejado sin su trabajo, al menos tiene salud junto a su familia, «y eso hay que agradecer», comentó.

La mujer visitó uno de los talleres ubicados en el mercado Artesanal, donde pidió que le restauren a su Niño Dios, pues tenía los dedos lacerados y la cabeza rota.

Como ella varias personas buscan estos talleres y oficios que se reactivan durante la Navidad, pues se convierten en una especie de guarderías, además, de expender una amplia gama de vestidos y trajes de una infinidad de precios.

Arte

Entre pinceles, yeso, pintura y más herramientas en el taller de Inés Heredia se cuida cada detalle para conseguir una restauración perfecta.

La artesana examina las imágenes, evalúa el tipo de material y elige las herramientas, para ella es importante que el cliente quede satisfecho.

El proceso de retoque o compostura de las piezas rotas implica una larga sesión de restauración, tradición y conocimiento. Según explican los artesanos primero hay que pulir a la figura, darle fondo, dejarla secar por unas horas, luego viene la colocación de los óleos. Todo el proceso se lo hace a mano.

Otro taller es el de Mariana Martínez, de 59 años, quien explicó que si bien las ventas y los clientes han disminuido se evidencia que la fe hace que los feligreses prioricen esta actividad, antes que cualquier otro gasto.

“Con esta enfermedad que estamos pasando la gente está regresando la vista a la fe, y es que si no tenemos en algo que creer no vamos a poder salir adelante, se pierde la esperanza”, mencionó.

A decir de la artesana a más de la restauración también salen ‘Niñitos’ nuevos, ya que no son muy caros y hay desde 50 centavos el más pequeño hasta 65 o 70 dólares los más grandes en materiales resistentes y moldeables como es la fibra de vidrio y el yeso.

DATO
El mercado Artesanal atiende de 09:00 a 19:00.

Feligreses

Mónica Garcés, oriunda de Pelileo, llegó con su Niño Dios en brazos, puesto que por accidente se cayó y se rompió una mano. Para ella esta figura no la cambiaría porque es un regalo que su abuelita le dejó y por eso prefiere restaurarla.

La clienta aseguró que confía mucho en los artesanos, ya que no es la primera vez que los visita y siempre sale satisfecha del trabajo realizado en este lugar.

“Es bueno saber que la gente aunque no quiera o no le guste siempre vuelve los ojos a Dios, quien da esperanza que ahora se necesita en esta época de pandemia”, dijo. (FCT)