Las cárceles del país vuelven a ser escenario de un hecho que alarma a los defensores de Derechos Humanos. Un ciudadano, cuyas familias prefieren mantenerse en el anonimato por temor al Estado, falleció tras estar una semana y media preso en el Centro de Detención Provisional (CDP) de El Inca, en Quito.
Murió porque, pese a haber acreditado médicamente una condición cardiaca aguda por hipertensión, sus custodios impidieron el ingreso de sus medicamentos. Falleció por un infarto en el hospital público Pablo Arturo Suárez, a sus 57 años. Su detención se dio en cumplimiento de un apremio ordenado en un juicio de alimentos.
Elsie Monge, directora de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu), relató ayer que los familiares del detenido rogaron que se autorizara el ingresos de los medicamentos o que el médico del CDP evaluara a la víctima y le prescribiera las medicinas.
Ayer, los familiares iban a dar una rueda de prensa, junto a Monje y a Daniel Véjar, de Inredh. Sin embargo, prefirieron no participar para no ser víctimas de represalias.
Ese, según Véjar, es el gran problema en estos casos: se da impunidad por temor de las víctimas a enfrentarse con el Estado, en temas de violaciones de Derechos Humanos en cárceles.
La ministra de Justicia, Rosana Alvarado, en una reciente comparecencia a la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional, señaló que el hacinamiento, que llega al 37,9%, es de los más bajos en la región, solo superado por Chile, Uruguay y Argentina.
Además, definió que a las causas de la inseguridad en los centros (hacinamiento, consumo de drogas, pandillas o grupos criminales, y un estándar de indiferencia deliberada) se combatió con 886 operativos en 2017 y 202 en lo que va de 2018.
Los datos de la Ministra, sin embargo, no convencen a los defensores de Derechos Humanos. Por eso Véjar dice que varias organizaciones hicieron un pedido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la situación de los presos en el sistema de rehabilitación social del país.
“En realidad, ya no es un sistema de rehabilitación social”, dice al aceptar que si bien se han registrado cambios a nivel de infraestructura, son sitios donde ya varios casos de presos confirman delitos como tratos crueles, inhumanos, degradantes, torturas e incluso ejecución. De hecho, la petición de medidas cautelares, se dio luego de la situación en la cárcel de Turi, en Cuenca, donde videos registraron una tortura colectiva.
Véjar dice que Alvarado, “al ser la cabeza del sistema de rehabilitación social, tiene algún tipo de responsabilidad omitiva”, en el caso del hombre que acaba de morir y de los demás problemas. “Ella debería estar atenta a mejorar el sistema de carcelario, o al menos que se les trate a las personas con dignidad”.
Por su parte, Elsie Monje piensa que hace falta “una actitud más humana frente a las personas detenidas”. Por eso los dos activistas piden que, al menos en el reciente, la Fiscalía investigue de oficio, ya que los familiares no desean hacer una denuncia. “Esta persona estaba bajo el cuidado del Estado y falleció en esas condiciones”, dice Véjar. (MMD)
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Fuga en Carchi
° Dos presos se fugaron la madrugada de ayer de la cárcel de Tulcán. Las primeras informaciones señalan que uno de los internos cumplía una sentencia por narcotráfico y otro iba a ser juzgado por asesinato.
Ambos saltaron un muro de ocho metros de altura, al parecer con ayuda de algunos cómplices, subieron a la garita del centro carcelario y desde allí saltaron a la vía pública y emprendieron la huida.
Pedro Velasco, director de la Judicatura en Carchi, confirmó la evasión y explicó e identificó a los fugados: Nilson Barre Quiroz, quien recibió una sentencia de 34 años y ochos meses. Y Franklin Hernández, quien en este mes tenía señalada la audiencia de juzgamiento.
OTROS CASOS
Que preocupan
° El 16 de mayo de 2016 murió un preso en una riña en Turi.
° El 31 de mayo de ese año, 200 presos fueron torturados en una requisa.
° 9 presos murieron por asesinato o supuestos suicidios en los últimos seis meses.
° El supuesto violador y asesino de la niña Emilia, de Loja, apareció colgado en la cárcel.
° Un reo amaneció muerto el mes pasado en su celda, en la cárcel de Latacunga, tras ser víctima de asfixia. Sus dos compañeros son los principales sospechosos.