EE.UU. deja a más de 700 niños sin ver a sus padres

SITUACIÓN. Miles de ciudadanos continúan protestando en las ciudades estadounidenses por la política de Trump contra los inmigrantes. (AFP)
SITUACIÓN. Miles de ciudadanos continúan protestando en las ciudades estadounidenses por la política de Trump contra los inmigrantes. (AFP)

El drama de los infantes separados de sus familias en la frontera aún no termina.

Redacción AUSTIN, AGENCIAS

Activistas defensores de los migrantes víctimas de la política de “tolerancia cero” exigieron ayer al Gobierno de EE.UU. aclarar la situación de los niños cuyos padres fueron declarados “no elegibles” para la reunificación familiar y evaluaron las cifras dadas al vencer el jueves el plazo judicial.

Pese a que un juez fijó el 26 de julio como día límite para la reunificación de más de 2.500 menores separados de sus padres inmigrantes indocumentados en la frontera bajo la política antiinmigración de tolerancia cero, el Gobierno de EE.UU. ha dejado por el momento a 711 bajo su custodia.

Los ‘elegibles’
Las organizaciones calificaron el proceso realizado por la Administración del presidente Donald Trump como un “desorden” sin transparencia ni previsión, puesto que a pesar de reunir a 1.820 familias, según cifras oficiales, aún falta por conocerse el futuro de los menores que permanecen bajo custodia.

El juez federal de California Dana Sabraw obligó a las autoridades a reunificar, antes del jueves pasado, a 2.551 niños separados de sus familias en la frontera con México hace varios meses, aunque el Gobierno declaró que no todos los padres eran “elegibles” para ello.

“Ellos dicen que esos padres no son elegibles por su historial criminal, pero no revelan si esos delitos se produjeron en sus países de origen, si son faltas menores o se trata de una sanción por entrada ilegal reiterada”, explicó el director de Justicia Racial y Económica de Texas Civil Rights Project (TCRP), Efrén Olivares.

Caos gubernamental
El abogado ahondó en esta problemática ante el “caos” del Gobierno que, en su opinión, desde el principio nunca tuvo un plan para la reunificación y ha provocado que se desconozca el futuro de los 431 niños que están en un “limbo” legal, debido a que sus padres han sido deportados a sus países de origen.

“Es una buena pregunta para el Gobierno, que es el que tiene que aclarar los motivos que le han llevado a clasificar a los padres deportados como ‘no elegibles’, no sabemos cómo van a solucionar esta diferencia”, detalló Olivares en una conferencia de prensa.

Chantaje gubernamental
° En el documento ofrecido por el Gobierno, sostuvieron que 120 menores están aún en los centros de detención porque sus progenitores han renunciado a la reagrupación.

Sin embargo, la organización defensora de los derechos civiles afirma que algunos padres no entendieron que estaban renunciando a sus derechos, ya que muchos reciben el documento en inglés pese a que hablan español o incluso solo pueden comunicarse en sus lenguas indígenas.

La Asociación Americana de Abogados para la Inmigración (AILA, por sus siglas en inglés), explicó en un comunicado que han presentado declaraciones juradas ante los tribunales en las que indican que “se obligó a los padres a firmar sus deportaciones o se les hizo creer que se reunirían más rápidamente con sus hijos si aceptaban la expulsión”.

Terror en la frontera

Un drama sin precedentes

° La crisis de los menores es producto de la controvertida política de ‘tolerancia cero’ que anunció en abril la Administración Trump y que llevó entre mayo y junio a la masiva separación de padres e hijos inmigrantes en la frontera.

° La directriz, supuestamente concebida con intención de mostrar mano dura y desalentar la inmigración a EE. UU., estableció que los indocumentados adultos fuesen procesados penalmente por cruzar sin permiso a EE. UU. –no por la vía administrativa, como venían haciendo anteriores gobiernos–.

° Ello provocó la separación de padres e hijos, dado que la ley prohíbe que los menores puedan ser internados en prisiones para adultos.

° Ante el escándalo provocado por la ruptura de las familias, uno de los más sonados de su mandato, el presidente Trump reculó y el 26 de junio ordenó detener las separaciones.